Benedetti desmiente que un grupo de accionistas franco-belgas controle el 52% del capital de la Société Générale

La creación de un nuevo frente de accionistas franco-belgas supuestamente mayoritario, que pretende impedir al tiburón italiano Carlo de Benedetti adueñarse de la Société Générale de Banque (SGB), el mayor holding belga, fue anunciada ayer a bombo y platillo.Pero a través del grupo Cerus, que lleva a cabo la ofensiva para el control de la SGB, el magnate italiano reaccionó ayer señalando que la alianza de sus adversarios no era homogénea y no poseía la mayoría, porque si así fuese habría convocado una asamblea general.

En un comunicado dado a conocer ayer se anuncia la puesta en pie de una "estructura estable del accionariado" de la Générale que reúne el 52% de la propiedad del holding. Sus miembros son la francesa Compañía Financiera de Suez, con un 27%; un conjunto de accionistas belgas encabezados por las Assurances Générales y el Banco de Courtrai, con un 16%, y otras dos compañías galas, la Compagnie Générale d'Électricité y Gaz et Eaux, con un 9%.

"Cerus ha fracasado", señala también el comunicado, en el que recalcan que su objetivo es "el desarrollo dinámico de la SGB y su adaptación a su vocación de holding europeo", lo que no está reñido con unas "nuevas estructuras adecuadas que tendrán en cuenta su especificidad belga (...)".

Para que en el debido momento quede reafirmada la "especificidad beIga", el texto señala que los porcentajes de acciones ostentados por los diversos aliados "tendrán que evolucionar para permitir al grupo belga disponer de una proporción del capital igual al del grupo Suez", que se ha comprometido a ceder a sus socios belgas más de un 20% de los títulos que posee.

Entre los integrantes de la coalición anti-Benedetti no figura, curiosamente, el industrial belga André Leysen, que encabeza el grupo flamenco Gevaert y que fue en su día el anterior coordinador de un primer frente dirigido contra el presidente de la multinacional italiana. Olivetti, pero que se resquebrajó rápidamente.

El asalto de Benedetti.

Benedetti desencadenó su asalto de la Générale, como se la conoce popularmente en Bélgica, a principios de enero, y dos semanas más tarde poseía ya casi el 19% de su capital, al tiempo que anunciaba su intención de lanzar sobre un 15% suplementario una oferta pública de adquisición (OPA) que tardó tres semanas en ser autorizada.Las masivas compras en bolsa que efectuó entonces el raider italiano le permitieron aumentar, según asegura, su participación en el capital del holding hasta situarse en un 43%, pero la OPA no ha dado hasta el momento ningún resultado, porque las acciones en venta empiezan a escasear y porque propone por título 13.000 pesetas, cuando la cotización alcanzó ayer la cifra récord de 18.300 pesetas. Una reciente auditoría estimó el valor de la acción en 8.775 pesetas.

Benedetti ha tocado aparentemente techo y, desde ese momento, sus esfuerzos se han centrado en la búsqueda de un aliado belga para hacerse con el control de la Générale, al tiempo que se ha esforzado en apaciguar los temores del Gobierno de Bélgica a ser desposeído de una institución financiera fundada en 1822, ocho años antes de la independencia del país, y que se confunde con su historia.

De ahí que a lo largo de esta semana se haya dedicado a entrevistarse en Bruselas con el primer ministro dimisionario, Wilfried Martens, y con dos viceprimeros ministros, un ministro y el jefe de la oposición socialista.