La falta de locales adecuados para almacenar los pararrayos radiactivos retrasa su retirada
La reticencia de los ayuntamientos a habilitar almacenes para albergar pararrayos radiactivos está retrasando la retirada de estos artefactos, según han reconocido fuentes de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Un censo elaborado recientemente por esta empresa cifra el número de pararrayos radiactivos existentes en Madrid en torno a los 2.800, aunque una estimación realizada por la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) dispara la cifra hasta los 6.000.La instalación de nuevos pararrayos radiactivos está prohibida desde hace año y medio; los propietarios de los aparatos instalados hasta esa fecha han de optar por su retirada o por su homologación como instalación radiactiva. Hasta el momento sólo se han retirado varios dispositivos aislados que presentaban riesgos por el deterioro del material radiactivo.
Responsables de Enresa se reunieron la semana pasada con el director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Luis Maestre, para estudiar la ubicación de un almacén para pararrayos radiactivos en la región. Enresa baraja en estos momentos tres posibilidades, todas ellas en municipios alejados de la capital y fuera de los cascos urbanos de las localidades. El almacenamiento de estos dispositivos es un paso intermedio hacia su traslado a un cementerio radiactivo.
Luis Maestre afirmó ayer que no se muestra "especialmente preocupado" por la ubicación del citado almacén, "siempre que sea Enresa la empresa que gestione la retirada y traslado de los aparatos". El director general de Medio Ambiente señaló que el almacenamiento de pararrayos radiactivos no pone en peligro a la población circundante. El contacto directo con el cabezal del pararrayos y el deterioro del material radiactivo que llevan incorporados son los principales riesgos de estos aparatos.
Enresa ha recibido hasta el momento 700 solicitudes de retirada de pararrayos en Madrid. Esta cifra es considerada como ridícula por la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza, que cree necesaria una campaña para motivar a las comunidades de propietarios antes de julio de este año, en que vence el plazo para pedir la retirada. Enresa ha recibido de toda España 4.500 solicitudes de un censo estimado entre 20.000 y 25.000 pararrayos radiactivos.
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