Los diseñadores difieren acerca de la congruencia del logotipo olímpico
Distintos diseñadores y grafistas consultados ayer por este diario acerca de sus impresiones sobre el logotipo olímpico mostraron puntos de vista divergentes acerca de la congruencia interna de la marca, su identificación barcelonesa y la durabilidad del logotipo hasta 1992. Los profesionales consultados coincidieron en considerar positivamente la ruptura que plantea el logotipo con el geometrismo de los de otros JJ OO, pero algunos de ellos expresaron dudas acerca de la legibilidad de la imagen, de la armonía entre sus elementos y de la vinculación de la imagen con el mundo del deporte.Juli Capella, co-director, con Quim. Larrea, de la revista de diseño Ardi, fue quien más crítico se mostró con el logotipo diseñado por José María Trias y adoptado por el Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB 92). Para Capella, "se trata de un logotipo demasiado mimético con demasiadas cosas; es mimético de Miró, sí, pero también recuerda a la campaña municipal Barcelona, més que mai y a la marca de una importante institución bancaria".
Albert Isern, presidente de la Agrupación de Diseño Gráfico del Foment de les Arts Decoratives (ADG-FAD), se mostró en líneas generales partidario del logotipo, "porque al menos no cae en estereotipos ni en los caminos habituales en las marcas olímpicas; me parece valioso que el logotipo rompa con la tradición geométrica y creo que está bien que Barcelona sea abanderada del progreso en este sentido".
Isern matizó su opinión apuntando "una cierta dispersión del lenguaje del logotipo; hay tres, elementos, el nuevo logotipo, las anillas olímpicas y el elemento tipográfico, que están algo inconexos. El elemento tipográfico debería ser un nexo entre las anillas y el nuevo símbolo, pero las letras no creo que lleguen a funcionar del todo".
El presidente de ADG-FAD señaló, por otra parte, que "la utilización de los colores rojo, azul y amarillo está funcionando muy bien y, a nivel internacional, se empieza a identificar con Barcelona". Isern restó importancia al parecido del logotipo con otros, más conocidos a nivel local de Barcelona.
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