Despliegue de medios técnicos a disposición de Samaranch
Juan Antonio Samaranch vuelve a tener una nube de monitores, 15, más de uno por deporte, en su salón Tudor del hotel Palliser, su centro de operaciones. Esta vez le funcionan. A fin de cuentas no es como en Los Ángeles, donde todo, hasta las televisiones, eran alquiladas. Aquí, sin ser Sarajevo o Moscú, la aportación estatal y provincial ha ayudado a la comercialización del propio comité organizador.Y el presidente del COI tendrá también un helicóptero a su disposición, que con la mejoría prevista del tiempo incluso podrá utilizar para ver distintas pruebas en vivo. Pero el humano aficionado o periodista ya no lo tiene tan fácil si quiere ver lo mismo.
Las distancias entre las instalaciones son muy grandes y con 20 grados bajo cero no conviene ir muy deprisa. Entre otras cosas, porque hay una huelga de enfermeras casi salvaje. Se han dado recomendaciones contra las bajas temperaturas, pero no se garantiza al enfermo de cualquier cosa servicios sanitarios adecuados por falta de manos femeninas.
Para colmo, un avión que procedía de Toronto tuvo que ser desalojado ayer por una amenaza de bomba. El aeropuerto fue tomado por un gran número de policías y artificieros, pero todo fue una falsa alarma. Mientras los pasajeros seguían su ruta en otro aparato, la policía no encontraba rastros de ningún explosivo. Sin embargo, tras el cargamento de armas que se encontró hace unos meses sin un destinatario definido, la psicosis de los servicios de seguridad de los Juegos de Calgary ha subido de forma alarmante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.