La 'cumbre' de jefes de Estado decidirá la reforma de la CE
La reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea, celebrada durante los dos últimos días en Bruselas, no logró despejar el camino para que los jefes de Estado y de Gobierno logren la semana próxima en la capital belga un acuerdo sobre la reforma de la Comunidad Europea (CE), en especial sobre el pretendido recorte de los gastos agrícolas, que suponen los dos tercios de los presupuestos comunitarios. Será en la cumbre, por tanto, donde deberán tomarse decisiones políticas sin compromisos económicos previos.
Al final delo cónclave ministerial el jefe de la diplomacia alemana, Hans-Dietrich Genscher, que presidió la reunión, estimó que el éxito de la cumbre era aún posible, porque todos los Estado .confirmaron su voluntad de alcanzarlo", aunque reconoció que sería necesario hacer todavía "esfuerzos más considerables".Esta y otras declaraciones moderadamente optimistas apenas pudieron disimular los escasos avances para la formulación de un compromiso conseguidos por los ministros, y, en tono más realista, el representante español, Francisco Fernández Ordóñez, señalaba que "no se han producido variaciones en el guión" con relación a anteriores encuentros, y su homólogo danés, Uffe Ellemann-Jensen, era aún más sincero al afirmar: "Somos todos muy pesimistas".
Celebrada en Copenhague a principios de diciembre, la anterior cumbre europea se saldé con un fracaso, y, para evitar que la CE carezca de presupuesto durante mucho tiempo, sus participantes acordaron convocar un Consejo Europeo extraordinario -el próximo rutinario tendrá lugar en junio, en Hannover (RFA)- el 11 y el 12 de este mes de febrero, en Bruselas.
La persistencia de las divergencias deja ahora muy poco tiempo a la actual presidencia alemana de la CE para aunar puntos de vista.
Genscher tiene la intención de visitar varias capitales europeas y es posible que también se desplace a MadridL pero los observadores dudan que el ministro de Asuntos Exteriores tenga más éxito que su canciller, Helmut Kohl, quien ayer intentó infructuosamente en un viaje relámpago a Londres flexibilizar la postura de su homóloga británica, Margaret Thatcher.
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