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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Prohibido aterrizar

Soy una gibraltareña y he sentido la necesidad imperiosa de escribir a su periódico con el solo propósito de expresar una gran extrañeza ante la falta de humanidad y amor al prójimo que han demostrado tener las autoridades españolas en los aeropuertos de Málaga, Sevilla y Jerez.Mi hijo viajó de Londres a Gibraltar, el domingo 13 de diciembre, en un avión de la GB Airways. El tiempo en Gibraltar era tan sumamente malo, con vientos cruzados a una extrema velocidad, lluvias torrenciales y temporal, que, después de que el piloto intentó aterrizar dos veces sin éxito, levantando vuelo al momento, ya que perdía el control del avión, pidió al aeropuerto de Málaga permiso para aterrizar, ya que era una emergencia, y le fue negado. Seguidamente pidió permiso al aeropuerto de Sevilla y luego al de Jerez, y también le fue negado tal permiso.

Con desesperación habló con la Embajada española en Londres, desde el avión, rogándoles que le permitieran aterrizar, que la vida de 200 personas estaba en peligro, pero todo en vano.

El avión pudo llegar a Tánger, donde tuvieron que pasar 24 horas antes de poder despegar de nuevo, y donde las autoridades les dieron un trato privilegiado en todos los sentidos.

¿Qué credibilidad pueden dar los gibraltareños a las declaraciones hechas en repetidas ocasiones por sucesivos ministros de Asuntos Exteriores sobre que los intereses de los gibraltareños serán respetados, cuando las vidas de gibraltareños y de otras muchas nacionalidades estaban en peligro por no tener permiso de ningún aeropuerto español para aterrizar, incluso si el solo objeto es la seguridad de los pasajeros? Cualquier otro aeropuerto del mundo, independientemente de la ideología, hubiese ofrecido santuario y permitido aterrizar a cualquier avión de cualquier nacionalidad en las mencionadas circunstancias.

Sinceramente, yo esperaba algo más del Gobierno español. Quizá España debería aprender el significado de lo que quiere decir amor al prójimo, incluso cuando esto represente tener que ayudar a ciudadanos gibraltareflos.-

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