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Las cajas de Alicante y Torrent inician el proceso de fusión

Miguel Ángel Villena

La Caja de Ahorros de Alicante y Murcia y la Caja de Torrent (Valencia) han iniciado negociaciones que muy probablemente culminarán en la fusión de ambas entidades en breve plazo. La oferta de fusión de la de Alicante y Murcia fue estudiada el pasado jueves por el Consejo de Administración de la Caja de Torrent, que decidió abrir un período de estudio y convocar una nueva reunión del máximo órgano de la entidad para el 18 de febrero.

En medios económicos se considera que la fusión cuenta con muchas posibilidades de llevarse a cabo. La unión situaría a la futura sociedad en el segundo lugar entre las cajas de ahorro valencianas y entre las 10 primeras de España. La Caja de Ahorros de Alicante y Murcia dispone en la actualidad de 339.942 millones de pesetas en recursos ajenos y ocupa el octavo lugar en el ránking de entidades de ahorro españolas. Por su parte, la Caja de Torrent dispone de 35.780 millones de pesetas en recursos ajenos.

Mayor cuota de mercado

"Como caja mediana que somos", señaló ayer a este periódico el presidente del consejo de la de Alicante y Murcia, Román Bono, "hemos de plantearnos la ampliación de nuestro ámbito de actuación y de nuestra cuota de mercado. Resulta necesario adoptar posiciones fuertes frente a la libertad de implantación de la banca extranjera, que comenzará a regir en 1992".La Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, que nació de la fusión de cinco entidades, tiene un gran interés en extender su actuación a la provincia de Valencia. En este sentido, la fusión con la Caja de Torrent le permitiría penetrar en la comarca de L'Horta Sud, que abarca decenas de poblaciones del área metropolitana de Valencia. Tras subrayar que la decisión última correspondía a las asambleas generales, Bono mostró su confianza en que la fusión pueda realizarse en el plazo de un mes.

En opinión de Antonio Baixauli, presidente de la Caja de Torrent, "las fusiones han de ser fruto de la meditación y del análisis de las consecuencias a medio y largo plazo y es indudable que el futuro económico nos obliga a pensar en el modo de ofrecer un mejor servicio a los impositores, a la industria y al comercio".

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