"Ninguna política se puede considerar adecuada mientras haya tres millones de parados"
Ricardo García Damborenea, secretario general de los socialistas vizcaínos y promotor de la única ponencia política alternatina a la aprobada por el máximo órgano del PSOE, que será la que centre los debates del congreso, considera que "si hay conciencia del peligro de un declive electoral por las discrepancias entre el Gobierno y UGT lo que se debe hacer es buscar un acuerdo".Su principal reproche a la política gubernarnental se dirige contra la ausencia de un consenso socioeconómico y la ejecución de una política económica divorciada de una política social. "Ninguna política, ni de derechas ni de izquierdas, se puede considerar adecuada mientras que existan tres millones de parados", advierte.
"Una política socialista no es correcta si no se modifica el abanico de distribución de rentas. Esto no significa que rechace la técnica económica empleada por el Gobierno, sino que, desde mi punto de vista, la idoneidad de los medios no es la única cuestión", precisa.
Desde su punto de vista, la escasez de mejoras en la prestación de servicios públicos no está tan relacionada con limitacionespresupuestarias como con carencias de eficacia, en la gestión, y de voluntad política.
"Nuestro principal arma electoral", advierte García Damborenea, "consiste en la credibilidad de los socialistas en su conjunto, pero caerá en picado si no aparecemos unidos en un esfuerzo común. ¿Esto significa que cuando no haya acuerdo es mejor callarse para no estropear unos resultados electorales? Yo creo que ése es un argumento que no se puede utilizar legítimamente cuando no hay un cauce establecido para resolver las contradicciones".
Coincidente con Felipe González en que las discrepancias entre partido y sindicato socialista pueden tener consecuencias electorales negativas, sin embargo no comparte la interpretación de que la amenaza estribe en las críticas de la Unión General de Trabajadores al Gobierno. "Nadie puede pretender que sea una parte la que tiene la razón y que la otra debe callarse.
Muy crítico desde hace tiempo con algunas actitudes gubernamentales ante la UGT, subraya que, si bien "el partido y el sindicato tienen cada uno su estrategia, independientes la una de la otra, el socialismo no puede tener más que una única estrategia,y eso exige inexcusablemente que ambas estén de acuerdo".
Desde la perspectiva de quien resalta que un partido está emplazado por el reto de perdurar más que un Gobierno, García Damborenea defiende que el principal referente de la política socialista debe ser el PSOE y no el Gobierno, "a diferencia de lo que ha sucedido hasta ahora".
García Damborenea reprocha a la ejecutiva federal la responsabilidad que le correspondepara que el PSOE "siga siendo una organización muy centralizada, que está menos viva, es menos participativa y, en definitiva, eclipsada por el trabajo en las instituciones. Además, se muestra excesivamente incómoda para los que discrepan. Si yo tuviera que escoger un solo cambio a realizar pediría que se aseguren cauces abiertos para resolver las contradicciones".
Partidario de corregir una situación que deja "en manos dedos o tres personas" la toma de las principales decisiones, el portavoz de la delegación socialista vizcaína (1,6% del total de delegados) defenderá que la nueva comisión ejecutiva federal sea elegida mediante voto individual, y no por cabezas de delegación. Asimismo, propondrá que la elección de la comisión de conflictos se haga mediante sistema proporcional y la ley D'Hont para aumentar su "independencia".
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