Yo juego a un día, ¿y tú?

Las bolsas españolas se han internacionalizado. Ahora cualquier noticia del exterior las afecta mucho, pero ese efecto se diluye con la misma rapidez que llegó. Y es que aquí se invierte a muy corto plazo. Los valores no llegaron a sufrir el mal de altura pero sí notaron cierto mareo después de la subida del lunes. Había que recortar picos, ajustar las cotizaciones a la situación general del mercado, y eso dentro de los comportamientos de muy corto plazo que imperan en el parqué. Si los inversores podían realizar beneficios por sus operaciones a un día, ¿por qué esperar dos?El papel que llegaba a los corros, por cierto no muy abundante, se absorbió sin dificultad después de bajar ligeramente los precios, y el volumen de contratación, sin llegar a los 18.680 millones de pesetas del día anterior, no fue despreciable. Al final parecía que quedaba dinero, que no había papel para todos.

Todavía es pronto para que se consolide una tendencia alcista, el mercado no es lo suficientemente sólido, comenta algún operador en el parqué. El movimiento de los precios busca la noticia internacional: de Wall Street llegaba una ligera subida; pero de Tokio, aunque también ligera, era bajada. La noticia nacional en candelero -la publicación del IPC- no se hará pública hasta el viernes y los inversores la esperaban ayer. Más de uno teme que ese retraso sea una mala señal.

Los valores que más habían acusado la subida fueron también los que experimentaron caídas más acusadas. La nota de color vino de la mano de los bancos. En general acusan la reacción del mercado con más lentitud y, previsiblemente, esa lentitud se mantendrá, al menos, hasta la celebración de las juntas generales de accionistas. Claro que gracias a los bancos el índice de Madrid no cayó tres puntos.