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Txiki Benegas se reafirma como 'número tres' de la jerarquía del partido socialista

Txiki Benegas, actual secretario de Organización del PSOE, ha recibido el encargo de conectar con otros dirigentes de su partido para formar la nueva ejecutiva federal, que será elegida en el 31º congreso. Benegas consolida su papel como número tres de la jerarquía del PSOE gracias a la confianza de Felipe González, según fuentes cualificadas del partido. Sus funciones estarán orientadas a ejercer de coordinador político y a actuar como portavoz.

El actual secretario de Organización, que en el Congreso de 1984 fue incluido en la ejecutiva del PSOE por expresa indicación de Felipe González, mantuvo al principio relaciones difíciles con Alfonso Guerra y su entorno. Sin embargo, esas relaciones han mejorado notablemente en los últimos meses.Subsiste la duda sobre si concentrará también, o no, la secretaría de Organización. En ámbitos de la dirección socialista predomina la tesis de que así será, en cuyo caso tendría que renunciar a la secretaría general del PSOE vasco. Pero estos dos puntos no parecen definitivamente decididos.

La confirmación de Benegas como número tres descarta otras soluciones, rumoreadas hace meses, en el sentido de que un miembro del actual Gobierno pasaría a desempeñar dicho papel. En concreto se mencionaban los nombres de José María Maravall, Joaquín Almunia y Javier Solana, ninguno de los cuales se sentiría cómodo en la cúpula del actual aparato partidario, con el que han tenido diversos roces.

También está prácticamente descartada la incorporación de dirigentes territoriales del partido a la comisión ejecutiva. Los secretarios regionales han recibido indicaciones en el sentido de que podrán reunirse frecuentemente con Felipe González (a algunos de ellos se les ha dicho "una vez por mes"), lo cual configura un nuevo órgano de dirección de facto, aunque carezca de poderes decisorios desde el punto de vista formal.

La ejecutiva del PSOE sufrirá otras remodelaciones. Un dato seguro es el deseo personal de Guillermo Galeote, actual secretario de Imagen, de abandonar esta responsabilidad.

Ese dato coincide con una de las preocupaciones de Felipe González, quien está sumamente inquieto por el escaso eco que la labor del Gobierno y la trayectoria del partido encuentran en la opinión pública. Una de las rectificaciones previstas consiste en atribuir a Benegas la cualidad de portavoz del partido, con la intención de mejorar la "comunicación con la sociedad".

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En esa misma línea, Benegas y otros dirigentes mantienen el criterio de fortalecer asociaciones vinculadas al PSOE o impulsadas por éste. En concreto, se intenta potenciar el Movimiento por la Paz, que dirige en la actualidad Francisca Sauquillo; continuar la organización de grupos de "mujeres progresistas", que existen ya en algunas provincias; crear una organización de ecologistas, y formar un grupo de "intelectuales por el socialismo".

El papel de Benegas será equiparable, en la práctica, al de un delegado de Felipe González en el. partido, y no supone la configuración de un poder distinto al que representa el secretario general. Todas las declaraciones de Benegas en los últimos meses van en el sentido de acentuar la identificación entre la dirección del partido y el Gobierno, y no en separar a aquella de éste.

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