"Que se me restituya el honor"

"Mi ambición no escondida es la de ver que se me restituya mi honor político. No sólo a mí sino también a todos los demás compañeros golpeados. Dice un proverbio que la esperanza es lo último que muere. Quien la pierde, en realidad pierde también el sentido del futuro. Confianza y esperanza me las da, sobre todo, la convicción de que nuestro programa de acción de hace veinte años era justo. Quien lo lee hoy debe confesar que decía cosas para el presente: dar nuevos impulsos a la reforma económica, conjugar la democracia con el socialismo y el socialismo con la democracia, definir mecanismos para una acción más adherente a los principios y más abierta del partido comunista frente al pueblo. Esperanza y confianza me las han dado hechos que han confirmado mis convicciones. La idea de la política de renovación vive en el partido y en nuestro pueblo y no se ha conseguido sofocarla para siempre. No está muerta, vive, se ha conservado en lo profundo de la conciencia popular. Hay que darle ahora un nuevo rostro, una forma que responda mejor a la actualidad, más adecuada al hoy y al mañana. Para decirlo con vuestro Grainsci, la confianza nace en mí de la filosofía de la praxis".