Curiel liga la política de la coalición al fortalecimiento del partido

Enrique Curiel reapareció ayer en la vida pública del PCE tras haber dimitido como vicesecretario general y miembro del comité ejecutivo del mismo el pasado 18 de diciembre. Acosado por los periodistas, esquivo con el secretario general comunista, Gerardo Iglesias, y con estrechos colaboradores de éste, Curiel rehuyó realizar cualquier tipo de declaraciones que no fuese la exposición de las opiniones que defendería ante el comité central.Durante su intervención, ayer por la tarde, el dirigente comunista sostuvo que "el problema crucial es que si no hay fortalecímiento del PCE la política de convergencia, es decir Izquierda Unida, no despega. Eso implica unidad de todos los comunistas en el PCE, el que en las próximas elecciones los comunistas acudamos todos juntos. Yo quiero que los marxistas-leninistas y Santiago Carrillo estén en este partido", insistió.

Curiel reclamó también la elección de un nuevo equipo dirigente del PCE "con capacidad de liderazgo sobre los comunistas españoles y dentro de la izquierda. La derechización del PSOE depende de nuestra fuerza", resaltó. "Si nosotros somos débiles el PSOE se irá hacia la derecha; si somos fuertes tendrá que hacer una política de cambio".

Curiel adelantó que continuará en todo caso en el partido si bien condiciona el desempeño de puestos de responsabilidad al desarrollo del debate político en el próximo congreso que tendrá lugar en febrero.

Asimismo afirmó que las divergencias de Carrillo sobre IU en modo alguno deben constituir un obstáculo insalvable para llevar a cabo la unidad de los comunistas. "Es más", agregó Curiel, en la unidad de los comunistas nadie tiene derecho a anteponer intereses personales".