La llegada de Satanás

La semilla del diablo -que todo aficionado conoce por Rosemary 's baby, su título originalla realizó en 1968 Roman Polanski, a partir de un texto de Ira Levin, y es uno de los más fecundos filmes de terror de aquella década, contando en la producción con un pequeño mito del género, William Castle, el hombre que dio a la serie B una nueva dimensión con su cine participativo, aquel donde los efectos especiales no surgían en la pantalla sino que nacían de la propia sala. Esta historia de mujer extrañamente poseída por el diablo es también el germen de una nueva ola demoniaca del cine que, con El exorcista, La profecía y, a partir de ahí, mil y un rizos rizados más, invadirá nuestras carteleras hasta la fecha, cuando todavía no se detectan síntomas de cansancio.Con todos nuestros respetos por las vomitonas y los excesos de hemoglobina que este género supura, y que nos ha obsequiado momentos muy divertidos, hay que saberlos discernir del filme de Polanski, más cerebral por así decirlo, menos truculento y a todas luces atento a la naturaleza de la magia negra, los ritos satánicos y las supersticiones y a la psicología de los personajes.

En cualquier caso, se trata de una obra inteligente, inquietante y malévola, más terrorífica por lo que oculta, lo que sugiere y lo que señala que por lo que muestra, en realidad una puesta en escena sobria y contenida.

Puesta en escena sobria la tiene también Desirée, aunque en este caso está al servicio de un débil ejercicio de cine romántico -que cuenta con un gran guionista, Daniel Taradash-, que toma como pretexto al carismático personaje de Napoleón. La película es vistosa, pero el producto acaba resultando vacío, insuficiente.

Desirée se emite hoy, a las 22.10, por TVE-1.

La semilla del diablo se emite, a las 0.45, por TVE-1.