Antonio Hernández Mancha

reconoce que su principal problema de aspecto es el flequillo, que se empeña en caerle sobre la frente por más tesón con que se lo peina. Claro que la imagen no es, según comentaba en un almuerzo con periodistas en Sevilla, la principal preocupación del presidente de AP -a pesar de que confesara que, a sus 36 años, le está saliendo "una preocupante bóveda" detrás de la cabeza-. Entre aperitivos y declaraciones políticas, Mancha explicó que su amistad con Mario Conde le viene de que el flamante presidente de Banesto fue profesor suyo en las oposiciones a abogado del Estado, además de compañero de estudios de un hermano. Sin embargo, la amistad de Hernández Mancha con el banquero no se refleja en una hacienda más saneada para el partido conservador, en el que han sido reducidos los gastos para hacer frente a los malos tiempos.