Amiens abre el camino a la participación de inmigrantes en la política de Francia
La ciudad de Amiens protagonizó ayer una experiencia inédita en la historia de Francia con la celebración de unas elecciones municipales destinadas a llevar una representación de los extranjeros al consejo municipal de una villa de más de 100.000 habitantes.
La iniciativa recibió en julio -en el momento de su aprobación los votos de la izquierda y la oposición de toda la derecha, especialmente del Frente Nacional, que mandó ayer a uno de sus dirigentes nacionales a encabezar una manifestación contra la incorporación de los inmigrantes a la vida política local. El día anterior, viernes, otra manifestación de signo contrario quiso simbolizar el apoyo de la población a esta decisión.Amiens cuenta con 140.000 habitantes, de los que apenas 10.000 son extranjeros. La novedad electoral partió del PSU (Partido Socialista Unificado), una agrupación muy minoritaria que conserva todavía una cierta aura del izquierdismo ilustrado de los años sesenta. La mayoría municipal de izquierdas -el alcalde es comunista- permitió la aprobación del acuerdo, que ha suscitado el apoyo activísimo de las asociaciones de inmigrantes. Los cuatro concejales inmigrantes podrán participar en los debates municipales, pero no tendrán voto y deberán sentarse en una zona aparte, ni con el resto del consejo ni con el público.
Los candidatos a cubrir estos cuatro escaños consultivos son ocho marroquíes, tres argelinos, des portugueses, un turco, un senegalés y un malgache. Los electores, que han sido advertidos con sólo tres semanas de tiempo, se han inscrito muy lentamente en el censo. Apenas más de un 10% de los inmigrantes se ha inscrito. Según los concejales de izquierda, la participación es muy positiva entre estas poblaciones acostumbradas a la total inhibición. Añaden que este tipo de votación estimulará también a los ciudadanos franceses de origen inmigrante que ignoren sus derechos electorales y se sienten inhibidos al igual que los ciudadanos sin nacionalidad francesa.
El único antecedente de esta elección es la de Mons-en-Bareul, una localidad vecina de Lille de 27.000 habitantes, que incorporó a los inmigrantes en su consejo municipal hace tres años. El Frente Nacional, que ha interpuesto todo tipo de recursos a estas elecciones, teme la extensión de este fenómeno en los próximos años y a otras elecciones.
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