Los buenos precios atraen al papel
Los mercados de valores mantienen su trayectoria alcista apoyándose en la mayoría de los sectores, aunque ayer se dieron algunas bajas significativas. La lenta, pero constante, ascensión de los valores bancarios constituye una especie de garantía para los inversores que, por si esto fuera poco, cuentan con alguna entrada de dinero procedente del extranjero. El seguimiento de la actividad del inversor extranjero ha dado buenos frutos hasta ahora, y en esta ocasión no tiene porqué fallar. Aquellos valores en los que entra ese dinero tienen garantizada una subida al límite, como así ha sucedido, y nadie pregunta los motivos de los inversores de otros países para tomar posiciones en estos momentos.La proximidad del fin de semana es, sin embargo, un factor de riesgo creciente, al igual que sucede con el cierre del ejercicio y la altura de los precios. En unos casos es la inversión a corto plazo la que se ha fijado unos límites, mientras que en otros son los inversores que han aguantado sin vender durante la crisis los que esperan una mejora para deshacerse de sus títulos. El paulatino dominio que el papel fue ejerciendo en casi todos los corros a lo largo de esta última sesión es un buen ejemplo de los planteamientos que se hace el mercado.
El atractivo de unos precios altos -se han ganado más de 18 puntos en cuatro sesiones-, y algunos varapalos recientes, han vuelto prudentes a los inversores, razón por la que las ventas han comenzado antes de tiempo. Las posiciones compradoras se cubrieron sin problemas en muchos casos, insistiendo el papel fuera de hora, aunque con cierta confianza en que hoy se cumplimentarán las órdenes a unos precios similares a los de ayer.
Las posiciones al cierre, vendedoras en muchos casos, llevan a un difícil fin de semana, teniendo en cuenta que esta es la última completa de todo el año.
