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El guardameta Tancredi sufrió un paro cardiaco por el impacto de dos bengalas

El guardameta de la Roma Franco Tancredi estuvo a punto de fallecer a consecuencia de las lesiones que le produjeron dos bengalas lanzadas desde una de las tribunas del estadio Giuseppe Meazza, de Milán, en el transcurso del partido de la Liga italiana disputado entre el Milán y la Roma Los doctores que le atendieron confesaron que su corazón se detuvo, que estuvo inconsciente durante tres cuartos de hora, que necesitó masajes cardiacos y respiración boca a boca. Tancredí salió del hospital en silla de ruedas.

Ayer se convocó una reunian urgente, entre el ministro de Interior, Amintore Fanfani, , dirigentes futbolísticos italia nos para examinar el incremento de la violencia en los estadios, que ha estado a punto de provocar la muerte de un jugador.Las dos bengalas lanzada, desde una de las tribunas de estadio Giuseppe Meazza golpearon a Tancredi, una en el hombro y la otra en una pierna "Parecía que estaba muerto no podía mover sus piernas ni abrir la boca", dijo el maganez del Rorna, Nils Liedholm. Tancredi abandonó el hospital en el que fue atendido en silla de ruedas, con síntomas de parálisis en las piernas, aunque los doctores pronosticaban que recuperaría la movilidad con un poco de descanso. El incidente tuvo lugar justo antes del comienzo de la segunda parte, con el marcador en empate a cero. El partido terminó con victoria local por 1-0.

Normativa

Según la, actual normativa italiana, el partido se le adjudicará a la Roma puesto que los resultados son alterados por sanción si algún equipo se ve obligado a cambiar su alineación o ve perjudicada su actuación a resultas de actos provocados por los aficionados. Esta es la tercera vez en la presente temporada en la que se producen impactos, por lanzamiento de bengalas o monedas aunque, de lejos, se trata del caso más grave. Sanciones de este tipo castigar al equipo local con derrota por dos goles a cerose han adoptado 14 veces desde 1953, pero de esas 14 dos lo han sido en los últimos meses. Antes de estos incidentes no se había registrado ninguno desde 1983. "Cosas como esta le hacen a uno perder su cariño hacia el fútbol. Esto es un campeonato (le fútbol no de lanzamiento de bengalas", declaró Silvio Berlusconi, presidente del Milán.La policía, por su parte, pudo identificar rápidamente a uno de los agresores, Luigi Sacehi, un parado de 23 años que pudo entrar en el estadio gracias al pase de un amigo. "No pensaba en herirle", dijo el detenido, "sin embargo, después llegué a pensar que estaba muerto". Sacchi manifestó que había telefoneado a Tancredi para disculparse. Preguntado por los motivos por los que había lanzado la bengala, dijo: "Vi que otros tiraban bengalas y yo tenía una en el bolsillo, así que la tiré también". Tancredi descansó en su domicilio el lunes. "Un campo de fútbol es unsitio para... trabajar, no para morir", dijo en una entrevista.

En Roma, el ministro del Interior, Fanfani acordó celebrar una reunión urgente con directivos del fútbol italiano para intentar adoptar medidas contra la violencia. Desde el comienzo de la temporada 1986-87, las autoridades habían adoptado dos fórmulas: emplear circuitos cerrados de televisión en las tribunas de los estadios y prohibir la venta de bebidas alcohólicas en los recintos deportivos. Antonio Matarrese, presidente de la federación italiana, ha convocado para el miércoles a representantes de los clubes, entrenadores y sindicato de jugadores.

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