La mirada de Louis Malle, un occidental en la India
Con Calcuta (rodada en 1969 con narración de Louis Malle y 105 minutos de duración), el ciclo dedicado a Louis Malle da un notable giro, geográfico y conceptual. El director francés quedó conmovido en un viaje a la India y al siguiente se llevó cámara, operador y técnico de sonido para confeccionar horas de celuloide que se traducirían en este largometraje de duración estándar y en una serie de televisión, La India fantasma.El país de Gandhi y Sankar supura fascinación a ojos del extranjero. Con eminentes resultados, Jean Renoir, Roberto Rossellini, Fritz Lang, James Ivory y Louis Malle, entre otros, han puesto ahí su mirada, inevitablemente occidental, para extraer siempre aleccionadoras realidades humanas, generalmente la otra cara de la postal turística y el reclamo folclórico y pintoresquista.
Malle afirmó querer dar una visión objetiva de aquel universo, pero teniendo en cuenta que cualquier punto de vista de la cámara define siempre una intención, esa objetividad aparece imposible, aunque no por ella deja de ser Calcuta un documental estremecedor sobre la población, miseria y carácter atávico de ese densa ciudad.
Sin paliativos
Un filme nada complaciente sobre una verdad social abierta en canal por Malle con el mismo bisturí que ya había operado su realidad francesa.El propio Louis Malle ha dejado testimonios escritos de lo que supuso su rodaje en la India. De como el mínimo equipo de la filmación, "que íbamos a mirar", se convertía, a su pesar, también en objeto de las miradas de los ciudadanos indios. En Calcuta el tema de la mirada, insalvable en el cine pero particularmente presente en el documental -que por definición se presenta falsamente como simple registro de lo exterior- tiene su protagonismo.
En la filmografía de Malle este filme se sitúa después del rodaje de Viva María con Brigitte Bardot y Jeanne Moreau y del episodio de Historias extraordinarias, también con Bardot.
Es evidente que la novedad de Calcuta no reside únicamente en el paso de una ficción al documental sino en la distancia que hay entre fabricar una escenografría y unos personajes a reflejar la existencia de criaturas ajenas en un mundo ya hecho, dramáticamente hecho.
En el cine francés hay otro título que lleva el nombre de Calcuta, un filme de Marguerite Duras. Obviamente no caben comparaciones entre ambos empeños porque tampoco pretenden nada que se parezca.
Para Marguerite Duras -en un filme de interiores- Calcuta es una topología simbólica. Para Louis Malle, un cine de exteriores, es el testimonio de una tragedia.
Calcuta se emite hoy, a las 21.20, en el espacio Cineclub de TVE-2.
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