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LA NUEVA OFENSIVA TERRORISTA

200.000 personas se manifestaron en Zaragoza contra el atentado al cuartel de la Guardia Civil

Más de 200.000 personas, según estimaciones de la policía local, participaron en la manifestación silenciosa celebrada ayer en Zaragoza contra el atentado terrorista del viernes, en el que perecieron 11 personas, de ellas cinco niñas de corta edad. A la concentración asistieron, además de las autoridades regionales, el presidente del Parlamento vasco, Jesús Eguiguren; dos dirigentes de Euskadiko Ezkerra, y el defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez. Al final de la marcha, grupos de extrema derecha insultaron al Gobierno y las instituciones.

La manifestación se inició a las 11.30 horas en la plaza de los Sitios y llegó a la plaza de San Francisco poco antes de las 12.30 horas: En casi una hora recorrió a buen ritmo los dos kilómetros de distancia en una mañana gris y lluviosa. Cuando la cabeza de la manifestación llegó a s a destino todavía había gente en el origen.Encabezaba la marcha una gran pancarta con la leyenda Zaragoza por la paz y contra el terrorismo. La portaban las primeras autoridades: el presidente aragonés, Hipólito Gómez de las Roces; el presidente de las Cortes, Juan Bautista Montserrat; el alcalde de la ciudad, Antonio González Triviño; los presidentes de las diputaciones provinciales de Zaragoza, José Marco; de Huesca, Marcelino Iglesias, y de Teruel, Isidoro Esteban, así como concejales y dos niños, escolares del centro donde estudiaba una de las pequeñas fallecidas en el atentado.

También asistieron a la manifestación el Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez; el Justicia, de Aragón, Emilio Gastón; el presidente del Parlamento vasco, Jesús Eguiguren (PSOE), los dirigentes de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandrés y Kepa Aulestia, los alcaldes de Irún y Rentería, Alberto y Miguel Buen Lacambra (PSOE), respectivamente, así como representantes de todos los partidos políticos, sindicatos y organizaciones de Aragón. Asimismo participaron grupos de personas procedentes de Huesca, Teruel, Cataluña, País Vasco y Navarra.

Un grupo de alumnos del colegio de Silvia Ballarín, una de las niñas fallecidas, acompañados de su profesora, portaba una pancarta con el texto "Silvia, tus compañeros no te olvidamos". La pequeña hacía mes y medio que estudiaba en ese colegio, desde que su padre, que también murió en el atentado, fue trasladado desde el País Vasco.

El silencio de la manifestación sólo fue roto por los aplausos, los gritos de repulsa o las muestras de dolor de los familiares de las víctimas. Terminado el recorrido, a través de los servicios de megafonía se dieron las gracias a las instituciones y asistentes en nombre del alcalde de la ciudad. Las declaraciones de condena del terrorismo valorando la alta participación en la manifestación se sucedieron por parte de los políticos presentes.

Solidaridad vasca

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El presidente del Parlamento vasco dijo que la salida al terrorismo es "coger a todos los etarras que aún andan sueltos y meterlos en la cárcel. Si se termina con ETA, se acaba con el terrorismo. El pueblo vasco, en su gran mayoría, quiere vivir en pazEl dirigente vasco fue interrumpido por los gritos de un reducido grupo que portaba una pancarta con el texto "Navarra foral y de España", y que pedía que se dejara a esta comunidad fuera de cualquier negociación.

Gómez de las Roces señaló que le hubiera gustado que el lehendakari, José Antonio Ardanza, asistiera a Zaragoza, tal como se había especulado el día anterior.

Varios cientos de personas protagonizaron incidentes al finalizar la manifestación, al pretender organizar otra en sentido contrario. Los jóvenes de extrema derecha profirieron insultos contra el Gobierno y las instituciones, y gritos contra ETA y a favor de emplear la violencia contra los terroristas.

Asimismo, un centenar de personas se manifestaron ayer silenciosamente en el centro de Barcelona., en protesta por los atentados de Zaragoza y el País Vasco. La concentración -convocada por diversos colectivos pacifistas- iba encabezada por una pancarta en la que se leía "Basta de muertes; ninguna causa puede justificar matar".

Por otra parte, miembros de diversos colectivos juveniles, culturales y pacifistas, iniciaron ayer un encierro voluntario de 24 horas en la Casa de la Paz de Zaragoza. Los objetivos de dicha medida son "expresar el dolor por el atentado, reflexionar ante este tipo de muertes y abrir iniciativas no violentas en la búsqueda de soluciones para la paz en el País Vasco". El acuerdo que adopten los encerrados será enviado a todas las instituciones vascas para que en sus respectivos plenos lo ratifiquen si lo estiman oportuno.

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