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El fiscal dice que diplomáticos libios deberían sentarse en el banquillo

El fiscal de la Audiencia Nacional afirmó ayer en el juicio contra los miembros del grupo La Llamada de Jesucristo que diplomáticos de la Embajada libia en Madrid deberían estar en el banquillo de los acusados como instigadores y financiadores del grupo. El fiscal se refirió al embajador libio Ahmed Mohamed Nakaa, aunque sin citarle, señalando que había abusado de su condición de diplomático y por ello fue expulsado de España.El fiscal dijo que La Llamada de Jesucristo formaba parte del terrorismo internacional y que realizaron hechos graves, abortados por las fuerzas de seguridad, pero que pudieron tener consecuencias mucho más graves. Por ello pidió para los nueve miembros del grupo procesados penas entre los 19 y 27 años de cárcel. Agregó que el grupo debe ser considerado terrorista o banda armada, porque sus objetivos -atentar contra 15 sinagogas e intereses franceses y de EE UU en Europa- lo son.

El fiscal, que recordó que al grupo se le habían intervenido armas y explosivos en el momento de la detención, precisó que está claro el carácter estable y la organización jerárquica del grupo, al que comparó con ETA.

Los defensores, por su parte, sostuvieron la existencia de un montaje policial -del que culparon al comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, lo cual fue negado por el fiscal y pidieron la absolución de sus defendidos. Los abogados negaron que La Llamada de Jesucristo sea un grupo terrorista, porque sus miembros no tienen ideología común, y señalaron, que su detención se produjo en mayo de 1968, en un momento histórico importantísimo, justo después del ataque de EE UU a Libia.

Los letrados sostuvieron que había que justificar el ataque norteamericano a Libia y por ello se detuvo a este grupo, al que se calificó de terrorista y se relacionó con la Embajada libia.

Los defensores afirmaron que no existía banda armada y rechazaron la comparación con ETA realizada por el fiscal. Los letrados puntualizaron que el supuesto grupo no tenía ni las personas, ni el dinero, ni el sistema organizativo necesario para constituir una banda terrorista.

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