La policía detiene a nueve miembros de un clan que vendía drogas en una chabola de Vallecas

Policías de la comisaría de Vallecas detuvieron y pusieron a disposición del juez a nueve de los habitantes de una vivienda marginal que presuntamente se dedicaban a la venta de drogas. Mientras la policía registraba la chabola, dos niños de corta edad huyeron de la vivienda envueltos en ropas muy abultadas. Una vez alcanzados por los agentes, se le ocupó al niño 11 gramos de heroína y a la niña 90.400 pesetas bajo su chándal.En el interior de la vivienda, situada al final de la avenida de San Diego, en Vallecas, se encontró un trabuco de avancarga del calibre 44, un revólver simulado, una pistola de fuego real, una carabina de aire comprimido y 23 armas blancas. También se incautaron 30 gramos de heroína, 1 gramo de cocaína, 2 piedras de hachís y 530.000 pesetas en metálico, así como joyas, electrodomésticos y ropas por valor de otras 600.000 pesetas.

Los detenidos son: Ramón Heredia Vázquez, de 52 años; Julio Escudero Jiménez, de 48; su hermano Adolfo, de 42; David Muñoz Cortés, de 29; José Enrique Rodríguez Muñoz, de 215, y los hermanos Pilar, Paloma, Mercedes y Juan Romero Mendoza, de 31, 26, 24 y 23 años, respectivamente, que residían en la misma chabola. Los cuatro hermanos Romero Mendoza carecen de antecedentes penales, Ramón Heredia tiene antecedentes por cuatro delitos contra la propiedad, Adolfo Escudero tiene antecedentes penales por tres delitos y José Enrique Rodríguez fue arrestado en una ocasión por tráfico de estupefacientes. David Muñoz y Julio Escudero también habían sido detenidos con anterioridad.

Expulsión

Por otra parte, la Policía Municipal impidió ayer que una familia portuguesa de raza gitana se instalara en un viejo chalé vacío situado en el número 42 de la calle de Manuel Ferrero, cerca de la plaza de Castilla. La Policía Municipal fue avisada por una vecina de la calle, harta, según sus propias palabras, de que el chalé vacío sea ocupado por familias de raza gitana que se dedican al tráfico de drogas en la zona.Las sucesivas denuncias de esta persona originaron la detención, por tres veces en pocos meses, de varios miembros de la familia Pisa Borja, de raza gitana. Las tres detenciones fueron precedidas por registros en los que se encontró heroína y objetos de valor."Gracias a la diligencia de la Guardia Civil", afirmó la vecina en cuestión, "la familia Pisa Borja ha decidido abandonar la casa. Lo hicieron hace un par de días, y hoy [ayer para el lector] ya estaba siendo ocupada por otra familia". La vecina se opuso y se enfrentó físicamente con los ocupantes. La Policía Municipal intervino y logró separarles.