La Caixa no utilizará las absorciones como método en su expansión por toda España

La Caixa confía en que las autoridades monetarias permitan pronto su expansión por el resto de España. El presidente de la entidad, Juan Antonio Samaranch, y el director general, Josep Vilarasau, coincidieron ayer en la opinión de que el Gobierno está esperando que termine el conflicto de los órganos rectores de las cajas -con recursos cruzados sobre la ley- para modificar la legislación que actualmente restringe a un ámbito regional el campo de operaciones de las cajas. La Caixa está diseñando en estos momentos su próxima estrategia de expansión, basada en general en usar siempre la denominación La Caixa y en la implantación desde cero, sin absorber entidades locales.Vilarasau recordó que "una norma de la entidad es estudiar los proyectos durante mucho tiempo, y actuar con rapidez en cuanto se toma la decisión".

La Caixa opera actualmente en el resto de España a través del Grup Caixa, una filial financiera no afectada por las limitaciones legales, que administra en total unos recursos próximos a los 120.000 millones de pesetas. También ha desbordado su ámbito legal de actuación -Cataluña y Baleares- con la compra de las cajas rurales de Talavera y Palencia -esta última compartida con Cajamadrid- y la inminente adquisición de la Caja Rural de Cantabria, que posee 40 oficinas. Estas compras de entidades en crisis no responden, según Vilarasau, al modelo de expansión que seguiría La Caixa tras la liberalización de límites geográficos.

Cajas competitivas

Vilarasau y Samaranch dije que "si hacen falta bancos españoles de gran tamaño para 1992 también es preciso que las cajas sean competitivas con las europeas" y señalaron que eltro de Economía, Carlos Solchaga es de la misma opinión,segun les expresó en una reunión mantenida el verano pasado. Respecto a la expansión europea, Vilarasau comentó que su planifición ha sido encomendada a Alfonso Maristany, ex ejecutivo Bank of America que se incoporó a La Caixa el pasado mes septiembre.

La necesidad de reforzar recursos propios fue otro de puntos tratados en relación competitividad frente a las cajas extranjeras. Las cajas no son sociedades anónimas y, por tato no pueden ampliar capital, y tienen limitadas las emisiones de obligaciones subordinadas (títulos especiales con alto interés pero cuyo cobro se supedita a la salud financiera de la entidad). Este problema de los fondos propios fue el centro del debate en la reunión mantenida recientemente en Sevilla por las cajas ahorro.