Detenido el 'violador de la parada de autobús', que actuaba en la zona de Fuenlabrada
J. M. A. G. de 30 años, vecino de Leganés, fue detenido el martes cundo ofrecía su vehículo a una joven para acercarla a su casa. Ésta era la táctica que, según la policía, utilizó el denominado violador de la parada de autobús en tres ocasiones para violar a otras tantas jóvenes, que le han reconocido.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid hizo ayer pública una nota en la que señala que el presunto violador se ha confesado autor de tres casos cometidos desde el 23 de noviembre. Su forma de actuar, de acuerdo con estas informaciones, era siempre la misma: se fijaba si había alguna joven sola en las paradas de autobús próximas a un puente, en el cruce de las carreteras de Leganés a Fuenlabrada y a Alcorcón.El detenido preguntaba a la joven la forma de llegar a la localidad de Humanes y luego se ofrecía a llevarla hasta Fuenlabrada, que le cogía de paso, en su coche, un Renault-12 amarillo. Luego se desviaba por un camino vecinal en dirección a Alcorcón, la amenazaba con una navaja, con el mango en forma de trabuco, y consumaba la violación.
Datos coincidentes
Los datos facilitados por las tres denunciantes coincidían en describirle como un hombre moreno, algo grueso, de unos 1,70 metros de estatura, que conducía un Renault-12 de color amarillo.Inspectores de la comisaría de Fuenlabrada montaron un dispositivo de vigilancia en la cercanía de las paradas, hasta que el día 1, a las ocho de la tarde, un inspector observó que un coche similar al descrito por algunas víctimas daba vueltas por la zona hasta que se detenía en una parada y comenzaba a hablar con una joven. El inspector se acercó hasta que pudo oír la conversación, que era del tipo de las descritas antes.
El hombre fue detenido y conducido a la comisaría de Fuenlabrada. Allí fue reconocido por las tres jóvenes, una de ellas de 15 años de edad. Ayer pasó a disposicion judicial.
Según la nota policial, el detenido afirmó que, en el fondo, estaba contento de haber sido descubierto, y añadió que actuaba alterado por ocasionales ingestiones de una mezcla de estupefacientes. El propio J. M. se confesó autor de otra violación, cometida en el pasado mes de julio, de la que no consta denuncia alguna.
J. M. A. había nacido en Leganés, donde viven sus padres y varios hermanos. Su padre es propietario de un puesto de golosinas en la localidad. Trabajaba como carpintero en un taller y vivió los últimos seis años en Fuenlabrada, en el número 7 de la plaza de Miraflor. Hace unos meses vendió el piso y se trasladó, con su mujer, Ana María A., y su hija de tres años, a Leganés, a la calle de San Nicasio, 41.
Sus antiguos vecinos y amigos no daban crédito ayer a lo sucedido. Una mujer, de nombre Isabel, casi con lágrimas en los ojos, afirmó: 'Es que no me lo puedo creer. Somos muy amigos, y Juan Miguel y Ana han estado muchas veces en mi casa. El viernes estuvo para arreglar una mampara del cuarto de baño. Juan Miguel es un hombre bueno, simpático, y estaba muy enamorado de su esposa".
Apreciado en el barrio
La mujer añadió: "Una de las últimas veces que estuvo aquí comentó que estaba preocupado porque el trabajo flojeaba y tenía miedo que le despidieran. Mí marido le dijo que no se preocupara, que él le ayudaría a buscar otra cosa. Pero la familia marchaba bien. Habían pagado el piso y habían comprado el de Leganés para estar más cerca de sus padres".Otra vecina del bloque contiguo al habitado por el detenido añadió que Juan Miguel era muy conocido en el barrio y había mucha gente que le apreciaba.
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