Karpov utilizó su segundo descanso en el Mundial

La 18,1 partida del Mundial de ajedrez, prevista para ayer, se jugara el lunes porque Anatoli Karpov utilizó el segundo de los tres descansos que le concede el reglamento. Los especialistas consideran lógica la decisión del aspirante, que actuará tres veces con las piezas negras y cuatro con las blancas en lo que resta de encuentro y necesita al menos una victoria, ya que el empate final inpondría la retención del título por parte del campeón, Gari Kasparov. El marcador está igualado a ocho puntos y medio.A pesar de que en las discusiones del pasado sábado, cuando Karpov intentó revocar su petición de tablas, el aspirante desautorizó como mediador a su intérprete, VIadimir Pischenko, fue este quien, dos minutos antes de 11 hora límite, llamó al holandés Geurt Gijssen, árbitro principal, para comunicarle la petición.

Tras igualar el marcador, es probable que Karpov no arriesgue tanto con las negras el lunes corr.o lo hizo en la 161 partida y sólci lo haga con las blancas. En ese caso, la correosa defensa Caro-Karín resultará muy adecuada si Kasparov abre el juego con el peón de rey. Previsiblemerite, el aspirante dedicará sus esfuerzos durante este fin de semana a elegir la respuesta contra la apertura inglesa que el campeón ha preparado especialmente piara este encuentro.

Gasparov pasó el día de ayer bastante relajado y, sobre todo, muy contento porque Karpov no había elegido la mejor continuación en la segunda sesión de la 171 partida. Con sus analistas, estud',ó lo que podría haber ocurrido -n caso contrario. Confirmaron la opinión de que sólo una larl,,a serie de jugadas hubiera serido para lograr tablas. El feliz ~lesenlace le ayudó a dormir bien. "A pesar de los perros de la vec.ndad, cuyos ladridos he tenido que soportar cada noche en las áltimas semanas", dijo.

IRii cuanto al sorprendente heche, ocurrido tras la partida, cuando Kasparov y Karpov permaiiiecieron juntos en el escenario analizando algunas variantes ' el campeón comentó: "La idea quei descubrí poco antes de salir de casa me afectó tanto animicamente que no pude reprimir los deseos de enseñarle a Karpov conio podía jugar mejor, rompieado así nuestra costumbre de marcharnos inmediatamente deslipués de terminar el juego". Para algunos observadores, esta rea-,ción de Kasparov no fue impulsiva, sino plenamente consciente, con el fin de dañar la mo ral de Karpov.

En cualquier caso, ese hecho podría influir considerablemente en desenlace del encuentro, ya que, supone un vuelco en la situaci&.i psicológica del mismo. La derrota de Kasparov en la 161 paitida perjudicó tanto su estado psíquico como benefició al de Karpov. Pero el error cometido el jueves por éste, al no apretar oplírnamente las tuercas de la po~!,,ición, puede cambiar por coripleto el panorama. No debe descartarse que ese hecho fuera determinante para que el ex campeón pidiera descanso.