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Crítica:'EL LARGO DíA DEL ÁGUILA'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una fruta de su tiempo

Las chapuzas también tienen su corazoncito. Y los disparates, aunque no procedan de los Marx, pueden igualmente tener su gracia. El largo día del águila, largometrajes del año 1969, es una chapuza y un disparate, pero como fruta de su tiempo puede y debe ser saboreada por el espectador, con cierto sentido de la distancia y de la ironía, gratamente.Se trata de una coproducción -¿o habría que decir una supercoproducción?- hispario-franco-italiana con tema bélico de la II Guerra Mundial y copioso reparto: Frederick Stafford, Paco Rabal, Evelyn Stewart, Teresa Gimpera y la guinda yanqui de rigor, la estrella ligeramente talludita, en decadencia: Van Johrison.

El italiano Enzo G. Castellari -especialista en alimentar los puñetazos de Bud Spencer y Terence Hill, incluso en fabricar, americanizándose el nombre, refritos de Tiburón- tomó el mando en esta operación, donde abundan los tanques, los extras, los uniformes militares y las batallitas.

En suma, un inofensivo juguete de artillería, ni mejor ni peor que cualquier espagueti western de los que por aquella época se fabricaban.

El largo día del águila se emite hoy, a las 22.15, por TV E-1.

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