En blanco y negro

Antes de cerrar subrepticia y prematuramente su filmografía con la polémica Querelle, Fassbinder nos contó la historia de Veronika Voss, que es no solo la historia de Veronika Voss, sino la exploración misma de la historia alemana reciente, la de este siglo, a la que el cineasta había ya dado luz en su espléndida El matrimonio de María Braun, emitida la pasada semana en este breve ciclo de TVE.La ansiedad de Veronika Voss, como Ciudadano Kane o, centrándonos en el tema, como La condesa descalza, es la búsqueda -aquí, por un periodista especializado en deporte- de la verdad de una mítica actriz. Estamos en 1955 y ella fue una célebre artista de cine de los años triunfalistas de la UFA. La película, a partir de esa estructura detectivesca, conduce sus hilos por intensos laberintos donde la pasión, la nostalgia, la razón y el amor no obstruyen el paso de la desazón, el desamor y la reflexión social. Aquí, a diferencia de su posterior estallido de colores en Querelle, trazó sus líneas en un denso, sternbergiano y barroco blanco y negro, que es, sin lugar a dudas, una de las claves de este virtuoso melodrama de época, servido a proporciones iguales por el cerebro y el corazón, ambos tocados de una autenticidad poética abrumadora.

La ansiedad de Veronika Voss se emite hoy a las 21.20 por TVE-2.