La FIBA obró el milagro
La FIBA obró el milagro. Gracias a este invento injustificable de la fase clasificatoria del Europeo, en el que las mejores selecciones pierden el tiempo cosechando victorias abultadas, Díaz Miguel ha cambiado algunos de sus modos más recalcitrantes. Hace escasamente un par de días solicitó, ni más ni menos, que tener a sus muchachos menos tiempo concentrados. A la vista del desperdicio que ha supuesto suspender la Liga y tener a la selección durante casi 12 días, Díaz Miguel, no quiere concentraciones tan largas en próximas eliminatorias y ha pedido que se reforme el calendario de Liga. Los jugadores tampoco entienden qué sentido tiene romper su ritmo. Claro está que el milagro no es completo, porque lo que Díaz Miguel sí quiere son más días para preparar el preolímpico, en el que sólo tres selecciones europeas lograrán la clasificación para participar en Seúl 88.
