"Ni tengo ni quiero un proyecto socialista alternativo", dice Nicolás Redondo
Nicolás Redondo, secretario general de UGT, aseguró ayer en Palencia que su dimisión como diputado no puede interpretarse como un deseo personal de liderar un futuro proyecto socialista distinto al que actualmente dirige el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Felipe González. "No tengo ni quiero ningún proyecto socialista alternativo. Mi dimisión como diputado simplemente tiene un contenido sindical", añadió.
Redondo se reunió ayer con los delegados sindicales de UGT en Palencia en compañía del secretario de organización de UGT, Antón Saracíbar, quien también ha renunciado a su escaño en el Congreso en desacuerdo con los presupuestos para 1988.
Nicolás Redondo dijo que resulta "intolerable" que cada vez que el sindicato se opone a determinadas medidas del Gobierno se subraye que existe una profunda división en la familia socialista y que ello supone un deterioro electoral del partido.
"Lo que no puede pedir el Gobierno a un sindicato como UGT es que legitime todas las medidas que toma. Si esas medidas resultan negativas para los trabajadores, el sindicato deberá oponerse, y la conflictividad social será más imputable a quien arbitra las medidas negativas que al sindicato que se opone a ellas", señaló.
En relación con este caso, Felipe González dijo ayer en el Congreso que los problemas de UGT "se pueden resolver razonablemente" y que espera que no influyan en el congreso del PSOE del próximo año.
Por su parte, Félix Pons, presidente del Congreso, dijo ayer, en declaraciones al programa Aquí te espero, de Radio Nacional de España, que "la dimisión de Nicolás Redondo responde a un problema político de fondo, serio, importante, digno de ser seguido con atención, mientras que el incidente de Pablo Castellano con Txiki Benegas forma parte de esos incidentes aparatosos, pero que distraen de los problemas políticos de fondo". Pons dijo también que "sin querer por ningún concepto restar importancia y valor a Nicolás Redondo y a Antón Saracíbar, (...) su dedicación parlamentaria no era muy importante".
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