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Segunda semana de tensión en los mercados financieros

Nueva York cerró 13 puntos mas arriba que el 'lunes negro'

Francisco G. Basterra

Una oleada de ventas barrió ayer de nuevo Wall Street, reflejando que la histórica crisis de confianza en la bolsa no ha concluido y que los inversores dudan que las negociaciones iniciadas ayer en Washington, entre el presidente y el Congreso, para recortar el déficit presupuestario de Estados Unidos tengan éxito. Los mercados exigen una respuesta política rápida a Washington y se preguntan si Reagan será capaz de cambiar su política fiscal y retomar el control perdido de las cuentas básicas de la nación.La respuesta ayer fue negativa y el índice Dow Jones perdió 162,13 puntos para cerrar a 1.788,63, sólo 13 puntos por en cima del cierre del 'lunes negro" de hace una semana. El volumen, con 303 millones de títulos, moderado, pero debe tenerse en cuenta que Wall Street cerró dos horas antes que lo normal.

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"Esto no se ha acabado pero la economía está en buena forma", aseguró la Casa Blanca después de que Ronald Reagan, bajo la presión de los mercados de valores, se reuniera durante una hora con los líderes demócratas y republicanos del Congreso para reducir el deficit fiscal con una mezcla -que debe ser negociada- de recortes en el gasto y posibles aumentos de impuestos. La negociación formal comenzará hoy pero el presidente dijo ayer que hay que llegar a un acuerdo "Io antes posible para calmar a los mercados".

La Casa Blanca está considerando ofrecer una congelación de los gastos sociales y militares al nivel del presupuesto de este año. Muchos observadores creen que 23.000 millones de dólares de recortes no serán una señal suficiente para que los mercados de valores se calmen. Los demócratas quieren ir más lejos e incluso llegar a un acuerdo por dos años. Pero la Casa Blanca dice que "el déficit no es todo el problema no toda la solución" a la crisis de la Bolsa. Reagan sólo ha excluido como intocable el gasto de la Seguridad Social y acepta, por primera vez, hablar de una eventual subida de impuestos.

La Reserva Federal, el banco central, volvió de nuevo ayer a inyectar liquidez en la economía, entre 4.000 y 6.000 millones de dólares, para apoyar el sistema financiero, al igual que lo hizo la semana pasada. Pero la acción se produjo a las diez de la mañana, una hora y media antes de lo normal en un intento de suministrar confianza.

Pero disminuye el entusiasmo por la inversión en EE UU a pesar de que todavía se estima que la economía norteamericana está segura y la relación de los precios de los valores con las gananacias de las empresas es aún muy favorable comparada, por ejemplo, con la bolsa japonesa.

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