La Administración requiere notarialmente al Grupo Consolidado para que firme la compra de Williams

La Dirección General del Patrimonio del Estado, vía Rumasa, SA, remitió ayer un requerimiento notarial a la sociedad Hispano Americana del Sherry, mayoritariamente participada por el Grupo Consolidado, de Venezuela, y que en junio pasado resultó adjudicataria de Williams & Humbert (W&H), para que en el plazo de 48 horas a partir de la recepción del escrito proceda a firmar el contrato de compraventa de las bodegas jerezanas. Los adjudicatarios de Williams han pedido al Patrimonio indemnizaciones que superan los 900 millones de pesetas para proceder a la citada firma.

Ésta es una historia poco ejemplar, en la que los compradores de una empresa parecen haberse dado cuenta tarde de haber ofertado demasiado dinero por algo que no vale tanto.El 5 de junio pasado, el Consejo de Ministros autorizó la venta de W&H a Hispano Americana del Sherry, participada en un 56,5% por el venezolano Grupo Consolidado, que preside José Álvarez Steling, y en el 43,5% restante por personas físicas y jurídicas españolas (Freixenet, Domecq, Abengoa, Francisco Mas Sardá, con un 10% cada uno) más a familia cordobesa Moreno de la Cova y José Luis Perona, ejecutivo del Banco Perfecto Castro Canosa, propiedad en un 55% de Álvarez Stelling.

La Administración parece tener perfectamente amarrados esta vez a los compradores. Así, tras la espantada de Larios le la primera oferta ganada por el Consolidado, exigió compromiso escrito de todos los partizipantes de la oferta, y avales por importe de 12 millones de dólares, que obran en poder de Rumasa, por parte de Banque Indosuez, Banco Consolidado Panamá y Consolidado NV.

Previamente a la decisión del Consejo de Ministros, Hispano Americana había suscrito el contrato de compraventa, en el que se dice que "las variaciones patrimoniales que se produzcan entre el 30 de noviembre de 1986 -fecha del balance que acompañaba la oferta- y la fecha de la firma del contrato, debían ser asumidas por los compradores".

En junio salta la liebre

Los compradores piden autorización a finales de mayo para entrar en la bodega; se presentan ante el comité de empresa y el equipo directivo, e inician una consultoría de gestión. Y a finales de junio salta la liebre. "Entonces les entran dudas de si no se habrán columpiado", asegura una fuente de la Administración, "al haber ofrecido por W & H más dinero del debido". Pero Patrimonio les otorga de plazo hasta el 1 de julio para que acaben sus estudios de la empresa, y les advierte que no se modificará un acuerdo de Consejo de Ministros.Aunque no ha sido posible conocer los argumentos directos de los socios de Hispano Americana del Sherry, por más que se ha intentado, se sabe que los adjudicatarios remitieron anteayer un escrito a Rumasa, SA, en el que acusaban la existencia de "una serie de omisiones y deficiencias del cuaderno de ventas facilitado por Rumasa en su día, de las que se derivan un deterioro de la situación patrimonial de la compañía no puesto de manifiesto en la documentación contable del citado cuaderno". En consecuencia, los socios de Hispano Americana manifiestan su voluntad de no acudir al notario a menos que se encuentre una "fórmula de compensación" que, de acuerdo con fuentes oficiales, supera los 900 millones de pesetas.

Patrimonio rechaza esa argumentación como "falsa" y señala que los compradores han dispuesto de tiempo y documentación "suficiente y clara" para formarse una opinión adecuada sobre el estado de la compañía. W & H, al ser una sociedad británica, ha sido auditada anualmente por Ernst & Whinney, auditoría que fue facilitada a los compradores.

Ayer, en la Comisión de Presupuestos, el director de Patrimonio, Prudencio García Gómez, reafirmó que hay un balance fijo de W & H sobre el que se han realizado las ofertas, por lo que "no es admisible una revisión a la baja del precio".