Bugallo: "Estoy destrozado"

Francisco Javier Bugallo se encontraba ayer totalmente abatido por los acontecimientos. Por la mañana, llamó al Instituto Anatómico Forense, donde se encontraba el cadáver de Jesús Gil, para hablar con sus familiares y no fue capaz de articular palabra. "Sí, me encuentro destrozado, mucho peor que el miércoles. Esa noche pude incluso dormir algo. Soy tranquilo y, mentalmente, fuerte. Creía poder dominar la situación. Pero hoy [por ayer] no tengo fuerzas", confesó. La conversación con Bugallo, muy breve, tuvo muchos silencios. Bugallo podía terminar a duras penas alguna frase: "Era su entrenador y su arnigo..."No quiere reconstruir el momento del accidente. Pero es capaz de recordar: "Cuando atendí a Jesús, ví que tenía una pequeña herida que sangraba un poco. No podía imaginarme el fatal desenlance. Ni siquiera cuando me dijeron que había muerto. No me lo creía. Tampoco me lo creo todavía". Bugallo aún pudo añadir: "Sólo nos conocíamos desde hacía un año, pero éramos muy amigos".

Bugallo se excusó por su estado de ánimo. Dijo también que le han aconsejado guardar silencio. No hacía falta que se lo advirtieran. Ayer se mostraba incapaz de hablar más sobre el caso. La emoción y la tristeza de unos hechos llenaban sus silencios de sollozos. "Algún día podré hablar. Ahora no me encuentro en condiciones", concluyó.