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Un desprendimiento de tierra en Andorra provoca dos muertos y bloquea a centenares de turistas catalanes

Mireia Abad Palet, de 13 años y vecina de Terrassa, y Jordi Bringué Millat, de 34 años y vecino de Sormis (Andorra), resultaron muertos durante la noche del domingo cuando los coches en que viajaban quedaron sepultados bajo toneladas de piedras de un desprendimiento que se produjo en la carretera que une Andorra la Vella y Escaldes-Engordany con las poblaciones de Massana y Ordino. Una gran masa de piedras y barro invadió la calzada en una longitud de 150 metros, llegando a alcanzar unos 10 metros de altura. El desprendimiento cubrió, asimismo, parte del río Valira.

Sobre las once de la noche del domingo, los primeros equipos de socorro rescataron a la familia Amat Palet, que había quedado atrapada dentro de su vehículo, aunque Mireia Abad Palet ingresó cadáver en el centro hospitalario andorrano. Su padre, Rafael Abad Sánchez, resultó herido de gravedad; la madre, Rosa María Palet Prat, sufre un traumatismo cráneoencefálico muy grave y ayer tarde fue trasladada en helicóptero al hospital del Valle de Hebrón de Barcelona. El hijo de ambos, Sergi Abad, fue atendido de contusiones múltiples.En la mañana de ayer, los bomberos y la policía descubrieron un Porsche blanco bajo las piedras, en el que se hallaba el cuerpo de la segunda víctima, Jordi Bringué. Según declaraciones del jefe del Gobierno andorrano, Josep Pintat, no se descarta que en las próximas horas se descubran más vehículos bajo el alud de piedras, aunque considera que, en este caso, son remotas las posibilidades de encontrar a alguien con vida. La circulación, muy intensa en la hora del siniestro, hace temer a las autoridades que se hayan visto afectados más vehículos que los que se han descubierto hasta ahora, cuatro en total, de los que solamente dos estaban ocupados.

Carretera cortada

La carretera permanece cortada entre el núcleo principal de Andorra y la parte norte del principado, a la que solamente se puede acceder mediante una pista forestal donde se circula con dificultad a causa de la nieve caída en los últimos días. Por el momento, se desconocen las causas del desprendimiento de tierras, aunque se ha apuntado la posibilidad de que la cantera situada al lado del lugar de los hechos tenga alguna relación con la inestabilidad del terreno. El jefe del Gobierno andorrano indicó, en este sentido, que la cantera poseía todos los permisos necesarios.A causa del desprendimiento, más de 2.000 personas hubieron de ser acomodadas en las localidades de Andorra la Vella y Escaldes-Engordany, puesto que se encontraron bloqueadas y no pudieron acceder a sus domicilios o a los hoteles que tenían reservados. La mayor parte eran turistas que habían aprovechado el largo fin de semana para viajar a Andorra.

Los ayuntamientos y la Cruz Roja hicieron un llamamiento a la población pidiendo mantas y colchones para albergar a los turistas, a los que se acogió en diferentes locales, donde se les dio de cenar. El presidente del Parlamento y el jefe del Gobierno mantuvieron una reunión hasta altas horas de la madrugada y se dirigieron a los ciudadanos por radio pidiendo calma y ofreciendo cobijo a todos los que se encontrasen sin un lugar donde dormir.

Ayer por la mañana, las autoridades facilitaron los medios de locomoción necesarios para que: las personas desplazadas de su residencia pudieran regresar a sus hogares.

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