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El proyecto de Constitución brasileña endurece las condiciones del despido

La estabilidad en el trabajo, que sólo permite el despido del trabajador en tres circunstancias -término del contrato, falta grave y causa justificada-, y la reducción de la jornada laboral a 44 horas, medidas aprobadas por la Comisión de Sistematización de la Asamblea Constituyente, no agradó ni a trabajadores ni a empresarios y tampoco al Gobierno. La estabilidad en el empleo unificó a ministros y empresarios, en el sentido de organizar una ofensiva para revisar la enmienda. "Espero que esto aún sea visto en el plenario de la Asamblea Constituyente", dijo el ministro de Hacienda, Luis Carlos Bresser Pereira.

El presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (FIESP), Mario Amato, también espera una nueva discusión sobre el tema. Según manifestó al diario La Gaceta Mercantil, de São Paulo, los empresarios no quieren que la ley favorezca el despido, pero tampoco desean una ley que favorezca el empleo perpetuo. Amato afirmó que la estabilidad plena es perjudicial tanto para empresarios como para trabajadores.En opinión del dirigente empresarial, las condiciones para el despido de un trabajador deben estar definidas en la ley ordinaria, incluyéndose en la nueva Constitución apenas una orientación general contra el despido sin motivo. "La estabilidad no se ajusta a las necesidades reales del país", manifestó.

"El proyecto de estabilidad en el trabajo es una aberración", declaró, por su parte, el presidente del Grupo Pan de Azúcar, uno de los mayores grupos empresariales privados de Brasil, Abilio dos Santos Diniz. Para Diniz esta decisión sólo es válida para quienes tengan principios anárquicos.

El ministro de Trabajo, Almir Pazzianotto, calificó de oscuro el texto aprobado por la Comisión de Sistematización de la Asamblea Constituyente sobre la estabilidad en el trabajo.

Críticas sindicales

Luis Ignacio Lula da Silva, presidente del Partido de los Trabajadores (PT), señaló que la estabilidad significa seguridad para el trabajador y su familia, el fin de la rotatividad utilizada en Brasil para forzar la reducción de salarios y perjudicar a las organizaciones sindicales. "Estabilidad significa un paso hacia adelante en el camino democrático", concluyó Lula en un comunicado publicado en el diario O Globo.Sin embargo, los sindicalistas de la región metropolitana de São Paulo no consideraron la estabilidad en el trabajo como una gran victoria y afirmaron estar asustados" por la repercusión negativa que hubo entre los empresarios.

João Avalimeno, de la Central Única de los Trabajadores (CUT) de la región metropolitana de São Paulo, apuntó que la estabilidad es "apenas un pequeño avance" que caerá en vacío si la legislación ordinaria no trata el asunto de forma "rigurosa, sin ningún menoscabo".

La reducción de la jornada semanal a 44 horas, cuatro menos que en la actual Constitución también provocó reacciones enfrentadas, esta vez por parte de los partidos de izquierda, que esperaban conseguir votar una propuesta de jornada labora 42 horas semanales.

El proyecto de Constitución de Bernardo Cabral, miembro del partido en el Gobierno encargado de redactar el proyecto de Constitución, señalaba una duración no superior a las ocho hora diarias, pero no fijaba ningún límite en relación al número de días trabajados. Seis por semana significarían 48 horas.

Los partidos de izquierda piensan presentar en el plenario de la Constituyente una propuesta de jornada de trabajo de 40 horas semanales. Para conseguir derribar la jornada de 44 horas incluida en el proyecto, los partidos de oposición -al igual que los empresarios en el caso de la estabilidad- deben reunir 28 votos. Hasta el momento, ningún grupo consiguió una mayoría de 280 votos sobre cualquiera de los temas polémicos de la Constituyente brasileña.

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