Testigos y peritos no comparecen al juicio de Sofico

Los 46 testigos y los 5 peritos propuestos por el fiscal no comparecieron ayer a declarar en la segunda sesión del juicio de Sofico. Esta incomparecencia masiva motivó una petición de suspensión por parte de José María Stampa, abogado del principal acusado, Eugenio Peydró Salmerón, que fue desestimada por el tribunal. La sesión de ayer se centró en la declaración de Eugenio Peydró Brillas, hijo del presidente de Sofico, quien aseguró que su actuación en la empresa fue "de oyente" y que siempre hizo lo que le ordenaron.La íncomparecencia de los cinco peritos provocó que fueran citados urgentemente de nuevo paira hoy, a petición de Jaime Gil Robles, ahogado de la acusación por la comisión liquidadora del patrimonio de Sofico.

Los 46 testigos propuestos por el fiscal fueron llamados uno a uno. Tres de ellos, según se informó, ya han fallecido, y de otros se desconoce el paradero. El fiscal pidió al tribunal que sancionara a los que estaban citados y solicitó que se tuvieran en cuenta las declaraciones que ya habían formulado ante el juez y figuran en el sumario.

Como se sabe, el fiscal pide 12 años de cárcel para los Peydró por delito continuado de falsedad como medio para cometer estafa.

La declaración de Eugenio Peydró Brillas siguió la línea marcada ayer por su padre. Peydró Brillas reconoció haber sido consejero delegado de todas las sociedades de Sofico, y que tenía firma y poderes, pero precisó que fue nombrado con 26 años y que en la fecha de la suspensión de pagos tenía 30. Según declaró, su opinión no contaba y, aunque asistía a las reuniones del consejo y de directores, lo hacía en calidad de oyente. "Yo firmaba cualquier papel que el presidente [su padre] me decía que firmara", agregó. "Tenía la suficiente confianza en él como para firmarlo sin leer".

Aseguró que no se había vendido ningún apartamento sin que se hubiera iniciado la construcción, y culpó de la quiebra a la comisión liquidadora de los bienes.