Una sección de UGT de TVE descalifica la labor del equipo directivo

La sección sindical de Unión General de Trabajadores de Televisión Española de Prado del Rey ha hecho pública una nota en la que denuncia la situación de "desgaste, miedo y descrédito" en la que afirma se hallan los trabajadores de la casa.Indican que "RTVE es una empresa de estructura viciada o, mejor dicho, es un mercado de intereses". Según fuentes de la citada sección, "existe dentro de los sectores ugetistas en TVE una auténtica batalla entre los que defendemos las tésis de nuestro secretario general Nicolás Redondo y aquellos otros cercanos a posturas más oficialistas y menos críticas".

La nota comienza afirmando que "algunos directivos de nuestra empresa creen que gozan de la razón absoluta, que sus opiniones están iluminadas por el rayo de la sabiduría o, al menos, que tienen teléfono directo con algunos despachos situados en un edificio próximo al Paseo de Rosales. Quizá esto sea privilegio de alguna persona, pero es claro que el resto no se come una rosca".

"A éstos", sigue la nota, "solamente corresponde aplaudir las genialidades de la cúspide piramidal. El cómo ejercen su función no importa tanto, ellos sólo tienen que justificarse ante Dios y la seño [Pilar Miró, directora general de RTVE]. Todo sea por el mando orgánico o, como mínimo, por el plus".

El documento critica el amiguismo reinante a la hora de crear la estructura orgánica de la casa. Afirman que "en cada nuevo cambio el máximo responsable se trae a diez amigos, encargándoles diferentes áreas de competencia. Estos diez, a su vez, nombran, cada uno de ellos, a otros diez amigos y así sucesivamente hasta llegar a las cotas que hemos alcanzado en la actualidad"

"De esta forma", continua el texto, "se establecen vínculos que no corresponden a intereses políticos ni profesionales, sino a la fidelidad a que obliga la cadena de amiguismo y los intereses creados que genera. En nuestra empresa se es mejor directivo cuantos más amigos se tienen, dentro de un abanico de posibilidades. La lista de directivos con solvencia profesional es manifiestamente mejorable. La mayor parte de ellos se arrastra mendicante por la escalinata del poder.

El precio: el silencio a cambio del incienso".

La nota ironiza sobre el comportamiento habitual de los trabajadores a la hora de afrontar la toma de decisiones a cargo de los directivos de Radiotelevisión Española.

Señala cómo en la empresa .ya es habitual que, cuando se produce un cambio, todos corramos a las listas para ver si aparece algún amigo o conocido que nos promocione a un cargo o que al menos nos garantice el plus. RTVE es una empresa de estructura viciada o, mejor dicho, es un mercado de intereses. Los trabajadores hemos perdido la fe y la esperanza y, prácticamente, sólo nos queda la caridad".

Contactos con el poder

La sección ugetista de Prado del Rey llega a dudar incluso de las relaciones que algunos directivos presumen de tener con los centros de poder del país y asegura que "la idea, generada desde algunos despachos, de supuestos contactos con los centros de poder, no es más que una patraña dirigida a evitar cualquier opinión que pueda hacer peligrar el estatus que les permite ejercer el nepotismo basado en la fidelidad del cargo. También es una opinión generalizada que esta cadena de poder está en manos del PSOE y esta es una falacia a desmontar".El comunicado pone como ejemplo la retransmisión, el pasado 23 de septiembre, a la misma hora, de la entrevista al presidente del Gobierno, Felipe González, en el programa Ante la opinión por la primera cadena y el partido de fútbol de la selección española por la segunda. "Esto, en anteriores legislaturas, no pasaba".

El documento concluye que "todo ello ha llevado a una situación de desgaste, miedo y descrédito, a los que aquí trabajamos". De cara al futuro inmediato, la sección explica que "UGT puede y debe contribuir a la solución de estos problemas, y tiene datos para ejercer las acciones que sean necesarias en orden a apoyar a tanto trabajador que se encuentra hoy en el ostracismo; a denunciar las arbitrariedades, despilfarros y corruptelas; a evitar injusticias laborales y agravios comparativos, tanto a fijos como a contratados y colaboradores; y a crear ilusión y ganas de trabajar".