¿Festival para refugiados?

El pasado día 7 de septiembre llamamos al teléfono de la oficina de información del Festival de Teatro de Almagro para tratar de reservar unas entradas, enviando un giro postal. Nos dijeron que no funcionaban con ningún tipo de reservas y que las localidades no se vendían anticipadas. Que las taquillas se abrían a las nueve de la noche, y ésa era la única forma de conseguirlas.El día 12 de septiembre nos dirigimos a Almagro, donde llegamos a las siete de la tarde. Fuimos agradablemente sorprendidos con unas 50 personas en la plaza aguardando la apertura de las taquillas situadas en el Ayuntamiento, las cuales portaban una lista numerada en la que cada persona escribía su nombre al lado del número, advirtiendo que solamente vendían dos entradas por nombre. ¡Qué civilización! Los nuestros eran el 49 y el 50, ya que éramos cuatro.

A las nueve de la noche, efectivamente, las taquillas fueron abiertas, y a las 21.04 estábamos delante de ellas cuando el amable taquillero nos comunicó que quedaba solamente una entrada, porque habían puesto a la venta 80, que era lo legal.

No hubo forma humana de que nadie, ni el guardia municipal que estaba en la puerta del Ayuntamiento, ni los encargados de la taquilla, nos explicara qué quería decir con lo legal, cuando el aforo del claustro de los dominicos era entre 350 y 400 personas.

El día 13, la situación era similar. Llegamos al Ayuntamiento a las seis de la tarde, y aproximadamente 200 personas, sentadas en la plaza, esperaban suerte cuando pedimos la lista; llegaba por el número 213, y habían sido informadas de que se pondrían a la venta 70 entradas para el Corral de Comedias y 70 para el claustro de los dominicos. Naturalmente, decidimos no aguantar tres horas para llevarnos un berrinche.

¿Qué ocurre con el Festival de Teatro de Almagro? ¿Es una burla más a los ciudadanos? Yo creo que ya va siendo hora de que seamos informados de forma coherente. Y si el festival se hace para privilegiados, por favor, no tomen el pelo con toda esa publicidad sugestiva para los amantes del teatro clásico, que, después de desplazarse desde Madrid, se tienen que dedicar a hacer turismo por La Mancha, muy agradable, por cierto, pero absolutamente alejado de nuestras intenciones.- Adoración Fernández Valero.