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España sólo pudo batir de penalti a Luxemburgo

La selección española sólo pudo imponerse a la luxemburguesa gracias a dos penaltis. Los jugadores de Miguel Muñoz necesitaron 27 minutos para empezar a demostrar su cantada superioridad sobre un adversario de segunda fila. Fue un período de juego aburrido, lleno de errores por ambas partes, que hizo enmudecer a un público que llenaba las gradas del remozado estadio de Castalia y estaba ilusionado por la posibilidad de contemplar una goleada. El encuentro fue de escasa calidad técnica y sólo hubo buen juego a rachas, sobre todo merced a algunas individualidades.

En los primeros minutos, la confianza de los jugadores del equipo español, que se sabían superiores, permitió que sus adversarios, aun con sus evidentes carencias, jugaran con relativa comodidad. De esta manera, el conjunto de Luxemburgo trataba de sorprender a los pupilos de Muñoz, que en el centro del campo no lograban hilvanar el juego como se esperaba de ellos.

Así, tras una oportunidad malograda por Butragueño, que no llegó a un centro en profundidad que desde la izquierda había lanzado Gordillo, los luxemburgueses dieron el primer susto. Langers, que demostró habilidad y rapidez, aprovechó una mala cesión para irse hasta la línea de fondo y centrar para que Malget cabeceara, aunque muy elevado.

En la segunda mitad, la selección nacional, con los abundantes cambios realizados e imprimiendo mayor velocidad a su juego, creó mayor peligro, aunque tampoco demasiado.

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