1.600 jugadores de fútbol americano, en huelga

Los aproximadamente 1.600 jugadores profesionales de fútbol americano han iniciado su segunda huelga en seis temporadas esta madrugada con una plataforma reivindicativa de seis puntos. La huelga no gusta a nadie, como explicó el director ejecutivo de la asociación de jugadores, Gene Upshaw. Y, lógicamente, a quien menos agrada es a los clubes, que han anunciado que recurrirán a jugadores esquiroles y a otros sin equipo.

El principal punto que enfrenta a patronos y jugadores es común al que impide un acuerdo clubes-deportistas en la NBA (baloncesto profesional): la libre contratación de jugadores. Hasta ahora, los equipos accedían al traspaso del jugador mediante una cantidad de dinero, por lo general muy importante.

La asociación de jugadores admite que para que un deportista cambie libremente de club tenga que llevar, como mínimo, cuatro años en la Liga de fútbol profesional (NFL), pero los propietarios, mantienen su exigencia de que haya dinero de por medio, condición que parece, al menos, tan dura como la de los jugadores, como lo demuestra el hecho de que en 10 años sólo un jugador haya cambiado de equipo.

Upshaw considera que ese escalón de libertad no es traducible en dinero: "En este punto nos negamos a hablar de dólares. Es una cuestión de dignidad y de libertad", ha explicado el portavoz de los jugadores.

Sueldos altos

No resulta extraño, en cualquier caso, que la cuestión económica, germen de la huelga de 1982, pase ahora a un segundo plano: desde entonces, el sueldo medio de los deportistas ha pasado de 90.000 dólares (más de 11 millones de pesetas) a 230.000 (casi 29 millones de pesetas).Más de 19 reuniones desde el 20 de abril, fecha en que comenzaron las "hostilidades", aunque sólo una -el viernes pasado- en los últimos días, no han bastado para poner de acuerdo a empresas y trabajadores. Mientras, la NBA contempla el desarrollo de este conflicto para iniciar el suyo, de consecuencias por ahora no previsibles.

Más afortunados parecen los jugadores de béisbol, ya que tres de ellos han obtenido un arbitraje a su favor tras denunciar a sus respectivos clubes por violación, precisamente, de la norma de libertad de contratación.

El laudo no resuelve el caso concreto de los tres deportistas, perjudicados por sus clubes en 1985, pero, al menos, recoge, en 16 folios, que las entidades conspiraron para "destruir" la libertad de contratación, al no ofrecer compromisos a jugadores libres.