Ivan Lendl: "No esperaba ganar mi tercer título"
Ivan Lendl (Checoslovaquia) sorprendió a todos cuando, tras ganar a Mats Wilander (Suecia) por 6-7 (7-9), 6-0, 7-6 (7-4) y 6-4, dijo con un sonrisa poco habitual en él: "No esperaba ganar mi tercer título de Flushing Meadow. He tenido muchos percances en los últimos días". El jugador checo, que pasó un resfriado durante el campeonato, venció a Wilander en 4 horas y 47 minutos, la final más larga de la historia del torneo.
Los que cuestionan que Ivan Lendl sea un gran campeón -por ejemplo, John McEnroe- destacan sus fracasos sobre el césped de Wimblendon. Pero el australiano Ken Rosewall, uno de los mejores tenistas de la historia, tampoco ganó en Inglaterra. A Lendl le queda poco por demostrar tras su tercera victoria consecutiva en Flushing Meadow. Pese a un resfriado que le mantuvo en cama hace cinco días, tuvo los recursos para vencer al sueco Mats Wilander. Ganó en el momento justo, cuando sus fuerzas comenzaban a agotarse."Tres título consecutivos es un récord fantástico", dijo LendI tras el partido. "Pero, sinceramente, no esperaba ganar tras de los percances que sufrí la pasada semana. Durante tres sets y medio de la final, me sentí fatal, como si no quedase vida en mi cuerpo. Si hubiera sido cualquier otro torneo, habría abandonado ya en semifinales. Lo que me ayudó a sobreponerme fue mi fortaleza interna y un poco de suerte".
En muchas ocasiones, la suerte es producto de un trabajo constante. Lendl, que tiene en el patio de su casa una pista idéntica a la de Flushing Meadow, sólo ha perdido un set en cada uno de los últimos tres Open de Estados Unidos. También ha ganado los dos últimos torneos de Roland Garros y, a los 27 años, ya posee seis títulos del Grand Slam.
Muchos errores
Lendl falló la mitad de sus primeros servicios y regaló más de 50 puntos con errores no forzados. Pero aún así, Wilander no supo aprovecharse. El sueco le tenía tanto respeto que jugó la mayor parte del partido desde la línea de fondo, subiendo a la red sólo cuando era imprescindible ganar ese punto. En algunos puntos llegaron a producirse hasta intercambios de 30 golpes."Con mi estilo de juego no se puede ser tan agresivo", dijo Wilander. "Y contra Lendl no puedes pegarle duro a la bola, porque te la devolverá aún con más fuerza".
Cualquier día, el público comenzará a apreciar a Lendl. Más de 15.000 personas convirtieron el lunes en día festivo para presenciar la final en el estadio Louis Amstrong. La mayoría comenzó el partido apoyando a Wilander, pero al final ya aplaudían por igual a ambos jugadores. Uno de ellos es el rey del tenis. Lendl puede ser checo de nacimiento y estadounidense por gusto, pero el buen tenis no conoce nacionalidad.
"Jugué sólo a base de ánimo. Ánimo fue lo único que me quedaba", dijo Lendl. "Lo que he conseguido es algo con lo que nunca había soñado".
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