_
_
_
_

El congreso, el partido, el sindicato y la Magdalena

Nicolás Redondo no sabe si irá al próximo congreso del PSOE. Lo que si sabe es que no tiene especial interés en acudir. Irá, por supuesto, si se le invita como secretario general de UGT y dirigirá un saludo fraternal a los congresistas. Pero todavía no tiene claro si será elegido compromisario y si él, en caso de serlo, aceptará la elección.En medio de todo el debate por la concertación social, por los métodos y las formas, aparecen las dificultades de compatibilizar la militancia en el partido y en el sindicato. Dice Redondo que éste es un viejo debate. Él es consciente de que su figura -"por los años que, llevo en esto"- tiene un gran peso. Y es consciente que a veces es dificil reconciliar su cargo de diputado con los intereses del sindicato. "Yo nunca he creído que el acta de diputado lo tenga en propiedad. Pero sólo hay dos formas de abandonarla: que me la pida el secretario general de mi partido o que yo dimita porque, en conciencia, creo que no debo seguir. No voy a decir si alguna vez he pensado en hacer esto último", añade con una sonrisa.

Pero el secretario general de UGT sabe que a veces esa doble militancia crea situaciones difíciles. Y que en algún caso, tienen expresión pública. Se comentaban ayer las declaraciones que había hecho en la universidad de verano, en Santander, Matilde Fernández, secretaria general de, Químicas de UGT y con cargo de responsabilidad en el PSOE. Matilde Fernández decía que UGT había perdido los papeles y que la razón la tenían el PSOE y el Gobierno. Nicolás Redondo optaba por la ironía: "Es el hechizo de la Magdalena. Yo no sé qué pasa allí, pero es que en cuanto pisan el palacio empiezan a decir unas cosas...". Y ya más serio, añadía. "Bueno, supongo que en el comité confederal Matilde Fernández dirá y hará las críticas que tenga que hacer".

Discrepancias normales

A pesar de todo, asegura que en UGT no hay confrontación, aunque haya gente que no esté de acuerdo al 100%. con las posturas de la ejecutiva confederal. "Es normal que haya discrepancias", dice.

El debate sobre la doble militancia, asegura Redondo, "está abierto en todo el mundo. En algunos casos, como en Italia, lo están realizando al revés, planteándose si los sindicalistas no deben integrarse en la vida política de los partidos. Si el debate se produjera entre nosotros, tendríamos que estudiar y responder a la pregunta de si no se trata de una cuestión coyuntural y de si hacemos bien en este momento aprobando las incompatibilidades".

¿Y cree Nicolás Redondo que hay una campaña contra el sindicato y contra él? Dice que no hay que dramatizar, pero que evidentemente la hay. ¿Y de donde sale. Del partido o del Gobierno? Nicolás Redondo contesta muy seguro: "Sólo hay un centro de poder capaz de instigar contra UGT".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_