Homenaje a Lee Marvin

Vuelve a las pequeñas pantallas, un año y medio después, un gran musical, La leyenda de la ciudad sin nombre, como sentido homenaje al excelente actor Lee Marvin, fallecido hoy hace una semana. La leyenda de la ciudad sin nombre fue realizada en 1969 por Joshua Logan.Logan prescindió de estudios y parafernalias para este sueño sobre la fiebre del oro y se fue a las montañas, a los incomparables parajes de Oregón, para construir su ciudad sin nombre ni lugar alguno en el mapa. No contó con coreografías, por lo menos en su sentido convencional, ni prestó atención a las estrellas con antecedentes; ni más ni menos que Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg, que se las compongan ellos con sus propias voces. Y les salió muy bien; Marvin y su Estrella errante vendieron mucho.

Brillante visualmente, con un sentido nada fatuo de la poesía, magníficamente cómica y conmovedoramente sentimental, y dotada de excelente letra y música -Alan Hay Lener y Frederick Loewe- , a La leyenda de la ciudad sin nombre alguien lo acusó en su momento, por la especial ruptura con el musical clásico de los decorados y la luz artificial. Siempre y cuando estemos dispuestos a aceptar evoluciones, esta acusación vendrá grande.