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La burbuja de Buckner, al asalto de Auita

Santiago Segurola

El británico Jack Buckner, campeón de Europa de 5.000 metros, se ha mostrado como un hombre previsor. Consciente de las sofocantes condiciones climatológicas de Roma, decidió remediar posibles males. En los últimos meses ha entrenado en una cámara que simulaba las condiciones de humedad y calor que previsiblemente iba a encontrar en la capital italiana. La burbuja fue diseñada en la Universidad de Loughborough, donde han estudiado Buckner y Sebastian Coe.La iniciativa partió de su entrenador, Greorge gandy, un viejo zorro del atletismo isleño. Aunque el resultado del experimento no se despejará hasta media tarde de hoy, cuando se corra la final de 5.000 metros, la idea parece interesante. La visión de la patética llegada de las marchadoras indica que el clima romano influye de forma decisiva en el esfuerzo de los atletas. Buckner, que tiene la mejor marca europea del año, figura, junto al keniano John Ngugi, como el principal adversario de Said Auita.

La idea de Buckner y Gandy no es nueva. Ellos han recogido el experimento casero de su compatriota Thompson, un marchador que logró medalla en los Juegos Olímpicos de Roma. Thompson se encerraba en el baño y abría el grifo de agua caliente de la ducha, hasta que la habitación se llenaba de vapor. Luego comenzaba el entrenamiento.

Auita y Ngugi

La prueba de 5.000 ha despertado una enorme expectación. El gran favorito, el marroquí Said Auita se ha mostrado irritado con la atención que ha deparado la prensa al canadiense Ben Johnson. Auita ha afirmado que está dispuesto a bajar de 13 minutos en la carrera, un registro que, en principio, está fuera del alcance de sus rivales, entre los que figuran John Ngugi, campeón del mundo de cross, Jack Buckner, el estadounidense Sidney Maree y dos viejos adbersarios de Auita en la media distancia: el británico Steve Ovett, antiguo plusmarquista mundial de 1.500 metros y campeón olímpico de 800 metros en Moscú, y el suizo Delezee. El único representante español será Abel Antón, que anteayer corrió magníficamente en las semifinales. El atleta soriano ha declarado que su intención es correr con tranquilidad para tratar de batir su récord personal.

El deseo de Auita se puede cumplir esta tarde. Ngugi, un atleta muy joven, sin experiencia en las grandes competiciones de pista, será el encargado de conducir la carrera. Una estrategia muy similar dió a su compatriota Koech el triunfo en los 10.000 metros. Auita, que no teme ningún tipo de ritmo, es mucho más rápido que Ngugi en los metros finales y nadie duda que será el vencedor de la prueba. La incógnita reside en saber los dos siguientes puestos. Auita, un hombre supersticionso, considera que el estadio Olímpico de Roma es un escenario ideal para una hazaña. En la pista romana batió recientemente el récord del mundo de 5.000 metros y se convirtió en el primer hombre que ha bajado de los trece minutos.

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