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II CAMPEONATOS MUNIDALES DE ATLETISMO

González confía en una carrera de ritmo fuerte para imponerse a Bile y a Cramm

González necesita hoy una carrera de ritmo fuerte, con un tiempo en torno a los 3.35 minutos, para ganar los 1.500 metros (19.00, TVE-2). Soporta bien esa intensidad y puede realizar un sprint fulminante en los últimos 100. Si la carrera va más lenta, el sprint de 300 de Cram será incontestable. Y si va parada se convertirá en una carrera de 800 metros, con todas las ventajas para Cram y Bile. Queda aún la posibilidad de que los atletas africanos lancen la carrera a un ritmo fortísimo, con lo que el desenlace final sería imprevisible.

Los finalistas están divididos en tres apartados: el de hombres de menos de 3.34 minutos este año, Cram (Reino Unido), Bile (Somalia), Herold (RDA) y González; de menos de 3.36, Scott (EE UU), Spivey (EE UU), Hillardt (Australia), Kulker (Holanda), Chesire (Kenia),y Geoffrey (Francia); y de menos de 3.40, Cheruiyot (Kenia) y Jalifa (Sudán). Son favoritos, los de menos de 3.34, que saben unir resistencia y velocidad. Pero los puede haber aún más rápidos, como Kulker, si entra en la recta sin estar agotado, o más resistentes, para lo que hace falta la osadía de Chesire.Neutralizar a Kulker es fácil. Porque si la carrera no ha saltado a los 1.200 metros, Cram no esperará más. Incluso González cree que atacará antes, a los 900 o 1.000 metros, para desgastarles a él mismo y a Bile. Lo imposible es neutralizar un ataque de salida. No queda más remedio que seguir con cautela al escapado y esperar su hundimiento.

González, en cualquier caso, no atacará hasta la última recta. Cada uno se exhibe donde es fuerte y hasta que llegue ese momento lo único que hay que hacer es seguir al que lleve la iniciativa, esperando el momento propicio de desplegar la táctica pensada. Él saldrá en el grupo, atento a cualquier movimiento de la cabeza, con especial vigilancia a Cram y Bile. Alguno de los dos ha de saltar en un momento determinado. Los seguirá donde vayan. Del ritmo que lleve entonces la carrera dependerá si puede atacarlos o no.

800 metros

Lo peor para González sería que las primeras vueltas fueran muy lentas y a falta de 800 metros Cram y Bile decidieran jugarse el título en una carrera sobre esta distancia. Llevarían entonces todas las ventajas. Este año han hecho, respectivamente, 1.45 y 1.44 minutos. Pero es muy difícil que esto ocurra, porque significaría el suicidio para los restantes 10 finalistas. Los velocistas natos nunca darán la cara, a la espera sólo de llegar en buena situación al sprint. Pero otros, como los kenianos, querrán imponer un ritmo muy vivo.

Las dos últimas grandes finales de 1.500 metros, en Helsinki y, Los Ángeles, tuvieron un desarrollo muy distinto. En Helsinki la carrera fue muy lenta, y ganó Cram con 3.41. En Los Angeles sucedió todo lo contrario, y venció Coe con 3.32. En ambas ocasiones, José Manuel Abascal fue el protagonista español, y terminó quinto y tercero respectivamente.

Pero sí Abascal, para ganar, tiene que dar la cara, González, todo lo contrario. Por su versatilidad puede obtener beneficio de múltiples estrategias. Sólo tiene que permanecer agazapado a la espera de practicar su gran cambio de ritmo.

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