La presencia occidental en el Golfo se amplía con dragaminas italianos

La decisión adoptada ayer por el Gobierno italiano de enviar dragaminas al golfo Pérsico para proteger la navegación de sus petroleros ampliará la presencia militar de los países occidentales en esa zona, donde la última semana se ha intensificado la guerra de los petroleros entre Irán e Irak. La flota de EE UU custodia actualmente la navegación de los petroleros kuwaitíes, y dragaminas del Reino Unido y de Francia se dirigen hacia el Golfo para colaborar en la limpieza de dichas aguas. Italia decidió el envío de una fuerza de protección tras el ataque sufrido el jueves por el petrolero Jolly Rubino, que recibió seis misiles lanzados desde lanchas iraníes.

Las cinco fuerzas políticas que integran el Gabinete del primer ministro italiano, el democristiano Giovanni Goria, aprobaron el envío de una fuerza naval al Golfo, aunque la postura de los democristianos fue más cauta que la de los socialistas, republicanos, socialdemócratas y liberales, que abogaron más decididamente por el envío inmediato de es a fuerza. Esta decisión modifica la reticencia de Italia a enviar fuerzas militares a Oriente Próximo.El Ministerio de Exteriores italiano recordó la importancia de las gestiones de la ONU en favor del alto el fuego entre Irán e Irak, cuya confrontación bélica, iniciada en 1980, es la causa del actual recrudecimiento de la tensión en el Golfo.

Ayer mismo, tras una reunión celebrada en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió al secretario general de la organización, Javier Pérez de Cuéllar, que viaje a los dos países en guerra para intentar un acuerdo efectivo de ambos sobre la suspensión de todas las operaciones militares y la retirada a fronteras internacionalmente reconocidas.

Tras la reunión del consejo, Pérez de Cuéllar declaró que entablará contactos con representantes de Irán e Irak para fijar la fecha de su viaje, que estará enmarcado en la resolución de la ONU en favor de la paz.

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