José Luis González: "No valgo para luchar por otra medalla que no sea la de oro"

José Luis González y José Manuel Abascal se incorporaron el martes a la expedición española y se disponen a competir, el primero, hoy, en 1.500 metros, y el segundo, mañana, en 5.000. González se encuentra pletórico -"yo soy un hombre educado para ser campeón olímpico"- y en forma. Abascal, por el contrario, está mermado de facultades, y afirma: "¡Estoy hecho una carraca! Ahora mismo firmaría un quinto puesto". Mientras, González repite: "Yo no valgo para luchar por otra medalla que no sea la de oro".

González ha cosechado una sola derrota en sus últimas 12 carreras. Fue en Zúrich, ante Cram. Éste ha manifestado que en la final sólo le preocupa González. Cuando éste se enteró comentó: "Hombre, pues le mandaré un jamón para Navidad". González se ha presentado en Roma de buen humor, seguro de sus posibilidades, pero sin desbordar confianza."Estoy en perfectas condiciones, no he tenido absolutamente ninguna lesión, me he entrenado perfectamente y mis tiempos han sido sensacionales", asegura González. Rebosa seguridad, pero no por ello se encuentra confiado. "Las series no son moco de pavo; vamos, que no hay que apretar un botón para pasar a la final. Cualquiera te puede sorprender en las eliminatorias, y en esto juega mucho el aspecto psicológico de la tensión. No es fácil leer en los periódicos que yo soy la esperanza española. Tengo que demostrar que lo puedo hacer bien. Es una gran presión, pero el juego, evidentemente, está ahí, en saber relajarme, en saber correr como yo sé".

Esta vez, González no quiere, como él mismo dice, pillarse los dedos. No aventura un pronóstico. "Yo no puedo hablar del podio hasta que corra las eliminatorias. Entonces podré decir cuáles son mis posibilidades reales. Para saberlo tengo que encontrarme con buenas sensaciones. Si yo hago bien los últimos 200 metros, y veo que entro con velocidad y que sigo teniendo el cambio de ritmo, que no tengo por qué haberlo perdido, podré entonces emitir un juicio optimista".

González correrá hoy la primera eliminatoria, a las diez de la mañana. Son tres series; pasan los seis primeros de cada una de ellas más los seis mejores tiempos. Sus rivales principales serán Spivey, Kulkerm Becker y Cheruiyot. En las otras series irán Cram y Bile, sus teóricos máximos rivales para la final, ausentes Auita, que ha elegido los 5.000 metros, y Coe, lesionado. González lamenta estas bajas.

"Yo quería que Auita corriera. Y también Coe. Cuanto más nivel, mejor, más competencia. Yo corro peor las carreras donde soy favorito, por ejemplo, estas eliminatorias, que la final. Porque necesito un aliciente muy grande para motivarme".

La motivación en la final no le faltaría sólo por el hecho de poder lograr su primer gran triunfo. González, en posteriores declaraciones a Radio Nacional de España, dijo textualmente: "Yo soy un hombre educado para ser campeón olímpico. Y he entrado en el cajón de la gente que ha sido buenísima y no ha sido medalla". Es consciente de que la gente no le va a admitir que no suba al podio. Él acepta el reto: "Si yo entro en la final, iré a ganarla. A lo mejor esta ambición es un perjuicio porque acabo luego octavo, pero es que no soy capaz de luchar por ser tercero. Pero tengo que mentalizarme para ello".

Abascal se ha mostrado como la cara opuesta a González. Se ha presentado en Roma tras 12 días inactivo por un golpe en la rodilla, recuperándose de una bronquitis y con una ampolla en los pies por unos entrenamientos que hizo en la pista universitaria de Barcelona, con curvas muy cerradas.

El atleta es consciente de su estado de forma actual, porque hace 4.00 metros en 52 segundos, cuando él era capaz de hacerlos en dos segundos menos. También hizo una prueba de 3.000 metros, con un buen tiempo, siete minutos y 54 segundos, "pero no me encontré demasiado bien, porque acabé reventado". Abascal se lamenta de su pérdida de forma, "Bajar se baja en picado y subir se tarda muchísimo".

Abascal participa en estos Mundiales en 5.000 metros ", porque en una carrera táctica, de 1.500 metros tendría muchísimos Problemas". Pese al cambio de prueba y a su estado actual, ha decidido competir, "pese a que lo más fácil para mí hubiera sido irme (le vacaciones y no dar la cara", porque se acuerda de que cuando ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles se encontraba en situación parecida. "Lo malo es que me encuentro algo peor que entonces. Por lo menos, los resultados de los entrenamientos no se parecen en nada ahora".