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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Controladores

Permítame dirigirme a usted para ver si es posible un poco de luz a la opinión pública en general en el tan traído y llevado tema de los controlares aéreos.

En primer lugar, haré un poco de historia de este permanente conflicto que ya empieza a aburrirnos hasta a los propios controladores.

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El motivo único de estade esta huelga es el que sea abonado al resto de los controladores el concepto "gratificación por servicios especiales, que fue suprimido al crearse el actual Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, y que conforme a diversas sentencias favorables a colectivos de controladores de dependencias de Baleares y Zaragoza están percibiendo. A pesar de las numerosas entrevistas y promesas que hemos recibido, incluidas las del entonces ministro del departamento, señor Álvarez, no han dado solución favorable a este tema.

Por la práctica totalidad, de los responsables de la Administración se reconoce que dicha pretensión es lógica y debería quedar saldada, pero la realidad es que nueve años después de ser suprimida dicha gratificación so

lamente hemos conseguido promesas incumpIidas. Al margen de este breve resumen, me gustaría hacer las siguientes consideraciones:

¿Es que a la Administración no le interesa solucionar este problema para utilizarlo indefinidamente contra los controladores? ¿Acaso esta Administración, en lugar de solucionar los problemas que afectan al control de tránsito aéreo en España, prefiere que los controladores se embarquen en continuos conflictos que se sabe son impopulares para éstos, resultando siempre como los malos de la película? ¿Quizá la Administración no sabe solucionarlos? Es que la Administración no quiere o no sabe distinguir entre una reivindicación de tipo sindical con la satisfacción de una deuda reconocida ya en varias ocasiones por los tribunales y ya parcialmente pagadas? ¿Acaso es válido para los responsables de Aviación Civil el razonamiento de que lo que es bueno y justo para los controladores es malo para la Administración? ¿Quizá la aparente altanería de algunos cargos les impide dar su brazo a torcer de todos estos años? ¿Es irresponsable o no la postura adoptada por la Administración de no hacer ninguna nueva oferta o atisbo de diálogo a los convocantes de la huelga de Barcelona, sabiendo o debiendo saber los efectos que ésta podría. producir en los sectores afectados? ¿Será quizá porque la propia Administración presupone que los medios de comunicación iban a tachar indefectiblemente de irresponsables a los controladores? ¿Qué secretos podrían desvelar los convocantes de la huelga para que les fuera prohibido por télex firmado por la Dirección General de Aviación Civil del derecho a informar a los medios de comunicación? ¿Es lógico que la Administración se resista tan tercamente a pagar una deuda que ya ha saldado parcialmente (nadie suele pagar lo que no debe), por los años de 1977 y 1978 a todo el colectivo cuando con posterioridad hay fallos favorables a los controladores para los años sucesivos, inclusión en nómina, aumentos porcentuales abonados y cobrados por los controladores de Baleares y Zaragoza?

Por último, confiamos en la sensatez de los máximos responsables de la Administración para que este conflicto que tanto ha perjudicado a nuestras relaciones con ésta, y que es una de las causas de descontento y desconfianza de este colectivo durante los últimos nueve años, sea solucionado definitivamente y sirva para comenzar una etapa de mutua confianza y sincero apoyo hacia un mejor funcionamiento del servicio de control de tránsito aéreo.-

Presidente de la Asociación Regional Centro de Controladores Aéreos.

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