Madrid y Barça atacan de nuevo

EL PAÍSLa Liga comienza esta noche tras una pretemporada en la que el torrente de noticias que ha producido Jesús Gil ha dejado en segundo plano otros aspectos. Mientras el Madrid ha apuntalado su defensa con Tendillo, el Barça ha recuperado a Schuster. El Athlétic ha contratado a uno de los técnicos de mayor prestigio del momento, el inglés Kendall, que va a trabajar con una plantilla empobrecida. El Sevilla, que acaba de cambiar de entrenador y el Atlético de Madrid son los únicos equipos que se han reforzado seriamente.

El Barcelona es el equipo de mayor presupuesto del campeonato, seguido del Real Madrid. Ambos están próximos a los 3.000 millones de pesetas. El siguiente es el Atlético de Madrid, que está por debajo de la mitad, y el último es el Logroñés recién ascendido a la categoría, con 300, es decir, una décima parte que los grandes.El campeonato de Liga español es desde hace años una especie de monstruo bicéfalo. Tan sólo un hecho como la casualidad histórica de que coincida una generación de media docena de figuras -caso de la Real Sociedad de Arconada, Zamora, Satrústegui, López Ufarte y demás- o la aparición de un hombre capaz de crear ambiente ganador en una plantilla de nivel medio-alto-Javier Clemente en el Athlétic de Bilbao- puede servir, en unión con un mal momento de los grandes, para romper la lógica del dominio de éstos.

No parece que éste vaya a ser el caso actual. El Madrid está en un momento dulce porque tiene la mejor que se pueda soñar. Lo acaba de demostrar ante el Everton, en el Trofeo Bernabéu. El Barcelona ha hecho propósito de enmienda y ha recuperado a Schuster, marginado la campaña pasada por Josep Lluís Núñez y que es el mejor fichaje posible.

La alternativa

Frente a los dos grandes trata de elevarse como alternativa el Atlético de Madrid, pero su pretemporada, como todo lo que rodea a las iniciativas de su nuevo presidente, Jesús Gil, no alimenta el optimismo de sus hinchas. El Atlético ha fichado mucho y caro, y tiene en el portugués Futre y el brasileño Alemáo a un par de excelentes jugadores, pero no está estructurado como equipo y parece tener por delante mucho camino por recorrer. Frente a un Madrid y un Barcelona consolidados, el Atlético parece una alternativa demasiado débil.

Igual que lo parece, por razones estrictamente, contrarias, el Español. El segundo equipo de Barcelona puede ofrecer buen, trabajo, unidad de propósito y un entrenador con mando y capacidad para contagiar ilusión a la plantilla, pero carece de calidad en ésta. Por ello tampoco es visto como una seria amenaza por los dos grandes. El entrenador españolista, Javier Clemente, ya ha anunciado, no obstante, que su equipo sólo será superado este año por uno, aunque no ha dicho por cuál.

El Madrid y el Barcelona aparte, la gran incógnita es el Atlético, cuyo rendimiento deportivo supone un desafío para César Luis Menotti, que quizá nunca se ha visto, como ahora, frente a la tarea de conjuntar un equipo de aluvión y con tantas exigencias tras él. De la capacidad del técnico argentino y de la del citado Clemente parece depender toda posibilidad de que el campeonato no se constituya una vez más en un simple mano a mano entre los jugadores blancos y los azulgrana.

Título aparte, otro elemento de interés es el papel del Athlético de Bilbao. Fundador de la Liga junto al Madrid, el Barça y siete más, es junto a aquellos dos el único equipo que siempre estuvo en la máxima categoría. En la última temporada ya se vio obligado a pasar el humillante trámite del examen de septiembre -jugó la fase final entre los seis últimos- para mantener la categoría. Salió adelante del mal paso con holgura, pero no cabe duda de que atraviesa una dura crisis. Su presidente, Pedro Aurtenetxe, ha jugado la baza de contratar a un entrenador de éxito, Howard Kendall, que dirigía hasta entonces el Everton, a cambio de empobrecer mucho la plantilla. Es una apuesta difícil, y el hecho de que sea un gran clásico como el Athlétic el que corra la aventura hace el asunto más interesante aún.

El desahogo del Sevilla

Del resto, cabe destacar la situación del Sevilla. De una posición de quiebra técnica ha pasado al desahogo que le proporciona el hecho de que le recalificaran los terrenos próximos al estadio. Se ha permitido mejorar su plantilla, y en sus fichajes ha habido un tono de seriedad. Salguero, De la Fuente y Bengoechea son jugadores fiables, en los que parece haberse buscado más el rendimiento que el eco que sus nombres provocan. Sus seguidores se las prometen muy felices frente a sus rivales de siempre, los béticos, que llevan tiempo viendo cómo bajo el mando de Gerardo Martínez Retamero la plantilla va yendo de manera progresiva a menos.