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La impotencia ante la muerte inutil

Carlos Yárnoz

Luis Roldán cumplió ayer 44 años y los cinco últimos, como delegado del Gobierno en Navarra y como director de la Guardia Civil, los ha pasado viviendo muy de cerca los efectos del terrorismo. Asegura sentirse "un poco fatigado", pero matiza que se trata de "una fatiga intelectual" en la búsqueda de nuevas iniciativas en la lucha contra ETA y, sobre todo, de nuevas palabras ante familiares y compañeros de las víctimas.

"A raíz de atentados como el ocurrido hace días en Guipúzcoa, ves en los funerales chicas jóvenes recién casadas con la angustia de la incertidumbre, y no sólo por el peligro para sus maridos, un auténtico peligro de muerte... Muertes que, además, son absolutamente inútiles. ¿Qué vas a decir en esos casos?", se pregunta.

El director de la Guardia Civil insiste, sin embargo, en que no hay desánimo entre las fuerzas de seguridad. "Si lo hubiera, ya nos habríamos ido de aquí". Precisa que sí detecta "una cierta incomprensión, que la sufren los guardias y sus familias", por parte de algunos sectores. Roldán rechaza entrar en la polémica entre policías y jueces, y opta por decir que "las decisiones judiciales hay que respetarlas, aunque no se esté de acuerdo con ellas".

Asegura que, especialmente en el servicio de información, hay guardias en el País Vasco y que, si lo desearan, podrían cambiar de destino, pero que no lo piden, lo que demuestra, en su opinión, que no hay desánimo. "Y son ellos precisamente los que más sufren contínuas falsas denuncias o permanentes denuncias de torturas tras cada detención".

Una labor que fatiga

Esa "cierta incomprensión" no es percibida por Luis Roldán en el Gobierno o en la dirección del PSOE, pero también hace la siguiente afirmación: "En la lucha contra el terrorismo hay varias decenas de miles de policías y guardias..., y nueve o diez señores de corbata: los cuatro jinetes de Interior, los cuatro gobernadores civiles y el delegado del Gobierno. Ésa es la lucha antiterrorista. Y, por supuesto, el apoyo del presidente del Gobierno, del Ejecutivo, del Parlamento... Pero, en el día a día, eso es lo que hay. Y es una labor ardua, bastante cansada..., que fatiga". Al hablar del llamado síndrome del Norte -efecto psicológico que supuestamente sufren los guardias en Euskadi-, dice que, cuando llegó a la dirección del cuerpo, encargó un estudio sobre el problema y las conclusiones del mismo reflejan que no existe tal síndrome.

Roldán se pregunta cómo acabar con el terrorismo y se responde: "El único camino es el respeto a los valores democráticos. Y la vía es la que ofreció el ministro del Interior hace tres años: la entrega de las armas por parte de ETA".

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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