Carne por escaño
El sábado día 8 tuve la oportunidad de leer en su diario la columna de Rosa Montero, con el tema de la diputada Cicciolina, y me admiró la capacidad que tiene la escritora de darle la vuelta a los argumentos para ponerlos a su favor.Para mí, ciudadano de a pie, Cicciolina es una política que ha obtenido su escaño como cualquier otro diputado demócrata, que, a diferencia de sesudos varones de trajes grises, de miradas fijas, hablando de puntos por, encima de la media y demás zarandajas estadísticas, ofrece espectáculo visual y marchoso, que, a fin de cuentas, de lo que se trata en política es de vender imagen. Su exhibicionismo femenino actúa hasta sus últimas consecuencias, sin prometer más de lo que se ve. Revalorizando así la teta y el culo, que estaban de capa caída con la nueva ola yanki de puritanismo. Carne fresca a cambio de un escaño o un puesto burocrático en cualquier administración, aunque esto último pase por ser uno de los oficios más viejos del mundo.-
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