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Detenidos dos guardias civiles que amenazaban con poner bombas en un local donde fue desactivado un artefacto

El director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, ordenó ayer la detención de dos miembros del cuerpo como presuntos autores de un delito de amenazas, mediante artefactos explosivos, contra un establecimiento comercial de Guipúzcoa. Los detenidos son el sargento J. P. F. y el cabo primero A. G. C. El servicio de información de la propia Guardia Civil fue quien interrogó a ambos en la madrugada de ayer. El pasado día 15, y en el mismo centro comercial, fue desactivado un artefacto explosivo.

Un día antes de la intervención de los guardias desactivadores de explosivos en ese centro, se habían recibido en el mismo varias llamadas telefónicas anónimas advirtiendo que sería colocada una bomba si los propietarios del local no accedían a entregar una fuerte cantidad de dinero. En la mañana del pasado día 15, un equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil (Gedex) desactivó un artefacto que estaba compuesto por 250 gramos de Goma 2. Tras esta intervención, miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil iniciaron las investigaciones que dieron como resultado la detención del sargento y el cabo primero, según informó ayer la Dirección General del cuerpo a través de una nota oficial.

Ni en el comunicado oficial ni en las fuentes oficiales consultadas durante la jornada de ayer se afirmó tajantemente que existan pruebas concretas de que los guardias hubieran sido los autores de la colocación del artefacto explosivo en el local comercial, aunque en medios del cuerpo se indicó que había sospechas concretas contra los detenidos.

Expediente disciplinario

A la vista de los informes policiales realizados, Luis Roldán decidió en la mañana de ayer abrir el correspondiente expediente disciplinario y suspender de funciones a los dos detenidos, tal como prevé el artículo cuarto de la ley del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas. Tras prestar declaración en presencia de un abogado, el sargento y el cabo primero detenidos fueron puestos a disposición judicial. La Dirección General de la Guardia Civil evitó ayer facilitar la identidad de los guardias detenidos, y se remitió a difundir las iniciales de sus apellidos. En medios del cuerpo se expresó ayer la sorpresa por el hecho de que los dos detenidos fueran miembros destacados de la Guardia Civil en Guipúzcoa, ya que uno de ellos era suboficial. Las mismas fuentes resaltaron que la Guardia Civil tiene por norma actuar contundentemente contra sus miembros cuando existen sospechas de delincuencia contra ellos y que, además, la dirección del cuerpo siempre opta por dar publicidad a ese tipo de casos.

De acuerdo con estas fuentes, varias decenas de guardias civiles han sido expulsados del cuerpo en los últimos años ante sospechas de que cometían delitos comunes. En todos los casos, la dirección de la Guardia Civil abrió expedientes disciplinarios, con independencia de las posteriores decisiones judiciales.

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No obstante, el caso registrado ahora en Guipúzcoa es uno de los pocos en los que se han visto involucrados suboficiales del cuerpo. Otros casos de corrupción detectados en los últimos años entre miembros de la Guardia Civil, con implicación de mandos del cuerpo, estaban relacionados con el contrabando de tabaco y otras mercancías, especialmente en el norte de España, y con el tráfico de drogas, sobre todo en localidades del sur.

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